VIDAS VOLUNTARIAS24/10/2024

La sencillez en la escucha

Conocemos a Alicia Gallego, que desde hace algo más de un año, se implica acompañando y escuchando a las personas más frágiles.

La inquietud por ayudar, la solidaridad, se despertó en esta mujer joven, alegre y tranquila en su ciudad, Albacete, y se apuntó como voluntaria en el comedor del Cotolengo. A pesar de que Alicia no se considera a sí misma como una persona excesivamente activa, su trayectoria vital en la atención a los demás casi nos demuestra lo contrario.

En la plenitud de su vida joven, Alicia Gallego López, por medio de amigos, de conocidos…se implicó también en Cáritas, llevando café, calor y compañía a los “sin techo” y, a lo largo de su voluntariado, a acoger en Cáritas Diocesana. Quizá se conozca poco, en general, el alcance y profundidad de esta institución, más allá de ser “algo religioso que da comida a los pobres”.

Alicia, en su labor de acogida, ha comprobado que Cáritas pretende algo más que dar una limosna. Con su escucha, sin prisa, con calma, atiende las necesidades de los demás y trata de orientarles según sus demandas; la pretensión, por encima de todo, valorar la dignidad de cada persona: unos, hablan y hablan para desahogarse, otros, no pueden ni siquiera hablar porque no conocen nuestro idioma, otros, se avergüenzan de estar allí…En definitiva, son las distintas caras de la necesidad, de la pobreza en general.

Aquellas personas que acuden a la acogida de la diocesana no tienen aún un domicilio fijo porque viven en la calle, en asentamientos; y Alicia, con su compañera actual, dedican un tiempo a cada uno para conocerlos un poco mejor, saber cuál es su principal necesidad y derivarlos a lo que prioritariamente les pueda devolver la voz que la vida les ha quitado en esos momentos. Ese saberse arropado como persona completa es uno de los principales cometidos de Cáritas. Alicia sabe hacerlo, con una sonrisa, con una actitud positiva ante las cosas, sin estridencias – que le molestan incluso en la música-. Modestamente, me reconoce que, al tener tiempo y espacio para ella misma, puede llevar una vida de mayor dedicación a los demás. Hay personas que, aun teniéndolos, no lo hacen. No digo más.

Me ha gustado mucho conocer a esta mujer que, con su sencillez, su ¿timidez?, y, sobre todo, con su espiritualidad, me ha hecho pasar una mañana muy agradable. Alicia es una persona idónea para la escucha sosegada que tanta falta nos hace a todos hoy en día.

Habla y escucha así, sencillamente…

Muchas gracias, Alicia.