Voluntariado18/02/2025

Visita a los amigos de la calle en Madrid

Jóvenes de Cáritas Diocesana comparten su experiencia en la jornada de convivencia con la comunidad de Sant´Egidio, en Madrid, que presta su servicio acompañando a personas en situación de calle.

El servicio ‘Amigos en la Calle’, de la comunidad de Sant`Egidio en Madrid, recorre las noches de la capital para ofrecer su compañía a las personas que se encuentran sin hogar. La juventud de Cáritas Diocesana de Albacete tenemos un vínculo muy especial con la comunidad de Sant’Egidio desde hace más de una década. Para el grupo de jóvenes de Cáritas Diocesana de Albacete, participar en esta jornada en memoria de las personas que han perdido la vida por la dureza de la calle, es muy especial. Es emocionante ver llena la Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas, y te estremece con un dolor enorme en el corazón escuchar el nombre de las personas fallecidas en la calle, al tiempo que encendemos una vela en su memoria. La comunidad nos abre sus puertas cada año, lo que supone fortalecer aún más nuestro compromiso de solidaridad y cercanía con las personas más frágiles.

El vicario de Pastoral de la Archidiócesis de Madrid, José Luis Segovia, presidía la liturgia, recordando de manera especial “a quienes mueren en la calle, en el anonimato y en la dificultad.”

Tras la Eucaristía, participamos en la preparación de la comida fraterna, en el comedor de la casa Fratelli Tutti. El grupo de jóvenes de Cáritas Diocesana de Albacete nos implicamos en la preparación, sirviendo también las mesas, y compartiendo este espacio con otras personas voluntarias y amigos/as que acuden allí a recibir un rato de compañía y cariño.

Para nuestro grupo, participar en esta jornada es algo especial. Primero, porque supone encontrarnos con más jóvenes que están vinculados al voluntariado y la acción social en diferentes proyectos de Cáritas en la provincia, y segundo, porque ir a visitar a la Comunidad Sant´Egidio es estar en casa. Sentir su trabajo de acompañamiento, sensibilización y denuncia nos hace ver que formamos parte de este camino que recorremos y una forma de ver lo importante que la amistad y la cercanía son para quienes muchas veces se sienten invisibles.  

Fue una jornada intensa y maravillosa, que terminó con unas horas de convivencia por Madrid, compartiendo lo vivido en la jornada y sintiendo que nuestro trabajo, aunque a veces no nos lo parezca, sirve de mucho.