En Venezuela la falta de garantía de derechos fuerza a las personas a migrar poniendo en riesgo su vida

Una crisis que se cronifica

Venezuela es el segundo país del mundo con más población desplazada fuera de sus fronteras (más de 7,7 millones), de los cuales 6,5 millones se encuentran en la región de América Latina. El fenómeno migratorio se ha complejizado, muchos retornados tienen como objetivo volver a salir del país y EEUU se convierte en el destino principal.

Venezuela es el país con mayor inflación alimentaria del mundo (414%). Según Según el Observatorio HumVenezuela, el 65% de la población venezolana ha perdido o agotado sus medios de vida de forma irreversible. En consecuencia, casi la mitad de la población enfrenta dificultades para tener acceso a los alimentos, provocando inseguridad alimentaria, subalimentación o hambre crónica. El salario mínimo oficial equivalente a US$ 7,18 mensuales no alcanza para cubrir la cesta básica de 80 productos estimada en US$ 388.

En estas severas circunstancias unos 4,3 millones de personas han debido privarse de alimentos e incluso pasar días enteros sin comer. La desnutrición en niños y niñas menores de 5 años ha alcanzado el 30%.

La población con problemas de salud enfrenta grandes dificultades para recibir atención médica (4 millones no la recibió en los últimos 6 meses).

La asistencia sanitaria sigue en déficit con centros de salud, especialmente hospitales, debilitados en su capacidad de respuesta debido a las faltas estructurales en el suministro de agua, electricidad y la migración de profesionales; el impacto es mayor en los servicios de cirugía donde se acumulan los casos quirúrgicos por resolver.

Debido a los nuevos requerimientos de visados, las personas refugiadas y migrantes transitan en su mayoría por rutas irregulares que las exponen a peligros de agresión física, explotación (laboral, sexual), reclutamiento forzado, microtráfico y mendicidad de redes de crimen organizado y delincuencia.

La continua migración evidencia las dificultades y falta de acceso a derechos que se vive en el país al tiempo que alimenta las reacciones xenófobas en las instituciones y en la población receptora.

Migrasegura

En las crisis humanitarias, la falta de información puede conducir a las personas a tomar decisiones que aumentan su vulnerabilidad y  riesgos de explotación y abuso.

Para evitar este riesgo en Cáritas Española apoyamos el programa Migrasegura que pone la tecnología al servicio de la población migrante venezolana en Brasil, Venezuela, Ecuador, Perú y Colombia para que puedan llevar a cabo su proceso migratorio de manera segura y con el pleno ejercicio de sus derechos a través del acceso a información relevante, segura y confiable.

Gracias al despliegue de la red Cáritas, de la Red Clamor y al “boca a boca”, las personas migrantes acceden a esta plataforma online en la que encuentran información contrastada y actualizada, tanto si están en tránsito como en destino, sobre el país en el que se encuentran:

• Rutas seguras y transporte dentro del país.
• Pasos fronterizos legales y documentación requerida.
• Servicios humanitarios en frontera.
• Riesgos en los pasos irregulares.
• Derechos básicos.
• Recursos de protección a grupos vulnerables.
• Lucha contra la discriminación.
• Medios de vida – asesoría laboral.
• Alojamiento temporal.
• Apoyo psicosocial.
• Asesoría jurídica.
• Integración.
• Necesidades básicas.
• Salud.
• Alertas de seguridad.
• Cambios normativos y actualidad sobre la población migrante.

Desde hace tres años, más de 168.000 personas en Brasil, Ecuador, Perú, Colombia y Venezuela han accedido a recursos para asegurar sus derechos en su ruta migratoria a través de Migrasegura.

Respuesta de Cáritas en Venezuela

Respuesta de Cáritas en Brasil

Las acciones que apoyamos se centran en mejorar las condiciones de vida (alimentación, higiene y salud) y asegurar los derechos de 10.487 migrantes venezolanos en Brasil ubicados en el corredor migratorio al norte y al este del estado de Roraima, en la frontera con Venezuela.

• Alimentación: 617 migrantes han recibido tarjetas de alimentación.
• Higiene: 538 migrantes tienen kits de higiene personal.
• Salud: 182 migrantes recibieron apoyo para la compra de medicamentos o chequeos médicos.
• Documentación: 170 migrantes recibieron apoyo para la regularización de documentos.

Respuesta de Cáritas en Ecuador

Las acciones apoyadas se desarrollan en las ciudades de Ibarra y Quito y atienden las necesidades de 2.400 personas en materia de refugio, seguridad alimentaria, protección legal y psicosocial, medios de vida e incidencia política. 

• 950 familias venezolanas reciben atención integral de albergue, alimentación, productos de higiene y hogar, bonos escolares y acompañamiento psicológico para disminuir su situación de vulnerabilidad.
• 110 menores tienen apoyo y refuerzo educativo.
• 204 personas reciben atención social para la promoción de sus derechos y 194 han participado en talleres sobre la misma temática.
• 60 personas migrantes participan en iniciativas de crédito y ahorro para mejorar su situación económica.

Desde el mes de enero de 2022 y gracias a la recaudación de la campaña “Caritas con la crisis de Venezuela”, iniciamos una intervención para seguir atendiendo a población migrante y refugiada en la ciudad de Quito, con la reapertura de la casa de acogida “Buen Samaritano”.

Allí ofrecemos un espacio de protección y atención para al menos 200 personas migrantes y refugiadas que se encuentran sin hogar en la zona urbana de la capital.

Priorizamos a las familias monoparentales, mujeres embarazadas hasta los 7 meses y mujeres en periodo de lactancia. Durante un mes acceden a servicios básicos de alojamiento, atención básica, asistencia jurídica y psicosocial, mientras trabajan su plan de residencia o continúan su tránsito migratorio. El proyecto tiene una presupuesto de 70.000€.