Día Mundial de los Refugiados27/06/2024

Acoger no es solo dar la bienvenida, sino extraer consecuencias del enriquecimiento mutuo y recíproco entre quienes acogen y son acogidos.

El 20 de junio celebramos el día de las personas refugiadas, establecido por la ONU en 2001 y desde el Secretariado de Migraciones de  Huelva queremos hacer especial mención a ello.

Existen más de 100 millones de personas refugiadas, la mayoría de las cuales no están acogidas en Europa, sino en países empobrecidos  cercanos a sus países de origen, al contrario de lo que pensamos. Esta defensa del asilo también denuncia las causas que originan los  desplazamientos forzados: las persecuciones por las ideas, religión y orientación sexual, los conflictos armados, la pobreza o el cambio 
climático.

De manera especial queremos resaltar la situación de los refugiados palestinos, aproximadamente una cuarta parte de la población refugiada del mundo es refugiada de Palestina y llevan más de 70 años siendo refugiadas. Son la población refugiada más antigua del mundo, victimas de la masacre y del genocidio más explícito y brutal desde el término de la II Guerra Mundial por parte de Israel, que desde octubre ha costado la vida a más de más de 35.000 palestinos y palestinas, y ha forzado el éxodo a más de dos millones de seres humanos.

El 28 de mayo, España, Irlanda y Noruega reconocen el Estado de Palestina, sumándose así a los 142 Estados miembros de pleno derecho de las Naciones Unidas que ya lo habían hecho con anterioridad, de un total de 193, además, además del Vaticano, Estado observador del organismo internacional.

No podemos olvidar tampoco el nuevo Pacto Europeo de Migración y Asilo, que refuerza las políticas de externalización de fronteras y los retornos a terceros países, donde la vida de miles de personas podría correr peligro, y esta manera de hacer política nos preocupa mucho porque va en contra de la dignidad de las personas migradas y refugiadas y de sus derechos como personas.

Como Iglesia no podemos olvidar el mensaje del Papa Francisco de Acoger, Proteger, Promover e Integrar1 que pondrá a prueba nuestra catolicidad y capacidad de acogida, armonización e integración de identidades culturales.

Acoger no es solo dar la bienvenida, sino extraer consecuencias del enriquecimiento mutuo y recíproco entre quienes acogen y son acogidos.

Preguntarnos qué dones aportan y no solo qué desafíos traen quienes son culturalmente diferentes. Qué tipo de nueva identidad y nuevo rostro adquiere la comunidad y cómo esto puede suceder sin miedo a sentirnos desarraigados tanto acogidos como acogedores2.

Y desde este concepto de acogida fraterna pasar de esa defensa del territorio que los gobiernos proponen, a la defensa de una cultura del encuentro que supere las fronteras físicas e ideológicas:

Se necesita, por parte de todos, un cambio de actitud hacia los migrantes y los refugiados, el paso de una actitud defensiva y recelosa, de desinterés o de marginación —que, al final, corresponde a la «cultura del rechazo»— a una actitud que ponga como fundamento la «cultura del encuentro», la única capaz de construir un mundo más justo y fraterno, un mundo mejor3.

1. Mensaje del papa Francisco con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado del 2018.
2. 4.1. En comunidades significativas: acogedoras y misioneras. Exhortación Pastoral.
3. Francisco, Mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2014 (5-8-13) 10. Cf. FT 133.
Foto de Julie Ricard en Unsplash