Con motivo del día internacional del voluntariado

El día 5 de diciembre, dicen que es nuestro día, el de los voluntarios y voluntarias… bueno, no está mal que se asigne una fecha para reconocer la labor del voluntariado, pero en mi opinión el voluntariado se practica los 365 días del año, (o 24/7, como dicen ahora), porque es algo que una vez que empiezas ya no lo puedes dejar ya que se mete bajo la piel, pasa a la mente y acaba en el corazón y eso ya se queda para siempre.

Pues como uno más de esos 365 días, quiero valorar la tarea de todos y cada uno de los voluntarios y voluntarias de Cáritas en Asturias.

No es algo que se me ocurra a mí, las encuestas que hacemos son las que nos dicen que lo que más aprecian las personas que acuden a nosotros en busca de apoyo, es la ESCUCHA que se les hace, el tener ese hombro dónde reposar tantas tristezas y angustias… saber hacer esta tarea no es fácil y además precisa de tiempo y cariño y tampoco vale cualquiera, de ahí que tenga tanto valor ese DARSE, que es mucho más que dar algo material.

Qué orgullo para una institución como la nuestra el poder disponer de este TESORO, el VOLUNTARIADO, indispensable no sólo para los participantes, también para que Cáritas pueda ser los oídos, las manos, la voz de Jesús para los necesitados y poder aportar un poco de luz en sus vidas. Como bien conocemos de la parábola del tesoro escondido, Cáritas encontró su TESORO en el campo de las vidas de nuestro voluntariado y con gran alegría e ilusión quiere agradecer y poner en valor todos esos tiempos dedicados, vividos y sufridos para nunca perder ese capital humano. Agradecer también a las familias de los voluntarios y voluntarias ese tiempo que generosamente dejan de disfrutar con los suyos y ponen en nuestras manos.

No puedo desperdiciar la ocasión para pedir otro esfuerzo más, el de sensibilizar en nuestro entorno de la falta que hace que se incorporen más personas a nuestros equipos de primera acogida, en las Parroquias, para poder aumentar el número de días que se pueda prestar atención. La necesidad, la soledad, el desconsuelo, la incertidumbre, … no entienden de fechas en el calendario.

Estamos en Adviento y estamos llamados a vivir este nuevo tiempo que quiere devolvernos el horizonte de esperanza, el motor que nos impulsa cuando las fuerzas desfallecen y así poder ser, para quién nos necesite, abrazo, escucha, consuelo, cercanía, cuidado, …

Ven Señor Jesús, ilumina nuestro camino para que desde Tú Esperanza seamos más esperanza para los demás.

Paz y Bien