Sal y ayuda a salir del abismo de la muerte

«Lázaro, sal afuera» Jn 11, 43

Por tercera vez pinché el coche en la mañana de Pascua-2022 entre cristales, plásticos, botellas, basura … de la movida nocturna a las puertas del parking del Obispado. Y una voz amistosa me lo indica: “Chema, sal fura, si puedes”. Limpiamos un poco el suelo para entrar. Cambiamos la rueda de repuesto. Al salir del parking, varios coches patrulla bloquearon a una pandilla en plena pelea e intoxicación. Antiguo nombre expresivo de dicha calle: “Salsipuedes”. Varias calles tortuosas reciben ese apodo en otros “antiguos” urbanos. Tortuosas, no sólo por el trazado, sino por los problemas entre la gente joven que las frecuenta buscando alegría, aunque sea prefabricada.

 – “Y ahora cómo empiezas a predicar a estos amigos la alegría pascual”.

– Mira el rótulo. Ahora la calle se llama don Ildefonso Martínez. Era el joven médico del balneario de Fuentesanta de Buyeres. Lo trajeron a Oviedo para atender a los apestados en 1855. Con 34 años se contagió y murió dando su vida por curar a otros. Fue enterrado en el cementerio de San Cipriano (actual solar del Seminario). Dios Padre sí que puede hacernos salir a todos de la muerte y de la basura. Él si puede lograr que el amor de verdad nunca muera, aunque los amores marchitos nos sepulten.

Justo ahí mismo, frente a la calle Salsipuedes (ahora Ildefonso Martínez), estamos ultimando la rehabilitación de la nueva sede de los Servicios Generales de Caritas Diocesana de Oviedo. “Y sacaremos con gozo del manantial de la Vida las aguas, que dan al hombre la fuerza que resucita”. “Resucitó don Cristo. ¡Dios, qué grant alegría!”…