Somos lo que damos
La solidaridad es pensar y actuar en términos de comunidad...
“La solidaridad es pensar y actuar en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos. También es luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, de tierra y de vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales.”
Desde Cáritas Diocesana de Oviedo, queremos llegar a ser esperanza, amor y justicia para todas las personas con las que trabajamos. Como testigos del amor de Dios, nuestra misión es hacer posible el desarrollo integral de las personas y los pueblos.
A la luz de SOMOS LO QUE DAMOS, SOMOS AMOR, vamos a compartir los principales resultados de las encuestas realizadas a casi 800 personas y familias acompañadas desde el territorio y diferentes programas durante el año 2022. Queremos conocer cómo nos ven, cómo valoran los espacios de escucha y momentos compartidos, qué significan en sus vidas las ayudas que ofrecemos.
SOMOS LO QUE DAMOS, nos permite reflexionar sobre los elementos claves del acompañamiento, eso que nos hace poner al servicio de nuestros hermanos EL AMOR FRATERNO. Y, nos interpela a conmovernos con la realidad, a escuchar con humildad, a cuidar la fragilidad del ser humano, a compartir lo que somos y denunciar las injusticias.
Desde estas claves, nos PREGUNTAMOS:
¿Miramos con ternura y nos dejamos conmover por la realidad?
Las personas que acompañamos nos hablan de la amabilidad y el trato recibido como lo que más valoran en su relación con nosotros. 8 de cada 10 personas así lo manifiestan. Y más allá de la amabilidad, reconocen la confidencialidad en la atención como otro elemento clave. La presencia y el apoyo es lo más importante, contar con un recurso sea de acogida o especializado, en donde se puede acudir para resolver dudas, en donde sientan que están ahí para ellos.
¿Escuchamos con paciencia y humildad?
Sin embargo, también nos interpelan a mejorar nuestra escucha. No se trata de escuchar con más paciencia, sino de dedicar el tiempo necesario. Aunque siempre generosos en su evaluación, solo 6 de cada 10 personas se sienten satisfechas con el tiempo y la escucha recibida. Y es una valoración generalizada, desde los centros especializados también es el elemento con menos puntuación recibida.
¿Cuidamos la fragilidad y vulnerabilidad del ser humano?
Nuestra mirada, más allá de lo material, de nuestros espacios, de nuestras actividades debe conectarse con lo más vulnerable del ser humano. Muchas veces no entendemos lo que puede significar para una persona dormir tranquila por tener el recibo de la luz pagado, saber que va a poder continuar en su hogar o que sus hijos cuentan con lo necesario.
Casi 9 de cada 10 personas declaran encontrarse más tranquilas y haber mejorado su estado de ánimo tras recibir una ayuda desde nuestras acogidas. También opinan los niños, niñas y adolescentes y, lo que más valoran es que se sienten respetados y seguros en nuestros espacios de encuentro para ellos. Las personas que participan en acciones formativas destacan con una nota de 4,95 sobre que 5, que los cursos han mejorado su motivación y las posibilidades de encontrar un empleo, pero también han contribuido a mejorar su autoestima y ayudado en sus relaciones interpersonales.
¿Compartimos lo que tenemos para poder llegar allí donde nos necesitan?
Son muchas las necesidades y nuestros recursos limitados.
Casi 8 de cada 10 personas que han recibido ayuda material, manifiestan que les han servido para cubrir sus necesidades, sin embargo, un 15% opinan que solo han servido para cubrir sus necesidades parcialmente ¿El motivo? Consideran que el importe de las ayudas es bajo en relación a su situación económica ya que cuentan con pocos ingresos.
9 de cada 10 sienten que las ayudas recibidas les han servido para mejorar su alimentación y, sin embargo, solo la mitad que les han sido útiles para afrontar los pagos relacionados con suministros o vivienda.
Y aquí es donde se hace imprescindible recordar: COMPARTE TU GENEROSIDAD y haz que se multipliquen los panes y los peces. Pongamos al servicio de las personas y las familias que más lo necesitan nuestros dones, nuestra generosidad, haciendo efectiva nuestra Comunicación Cristiana de Bienes. COMPARTIENDO lo que tenemos por el BIEN COMÚN.
¿Denunciamos lo que es injusto para proteger la dignidad de las personas?
Casi 6 de cada 10 personas han acudido a los Servicios Sociales antes de llegar a Cáritas y solo 2 de cada 10 han participado en programas públicos de orientación laboral.
¿Las personas que acompañamos acceden a sus derechos?
¿Realizamos la suficiente incidencia?
Estas cuestiones no se las hemos preguntado a las familias que acompañamos. Es una cuestión que debemos afrontar. Nuestro informe Foessa nos recuerda en el año 2022, que 8 de cada 10 personas participaban en programas de búsqueda de empleo, acciones de seguimiento o acompañamiento en entidades públicas o privadas. Es decir, intentaban salir de su situación, pero no lo conseguían.
¿Cómo es posible realizar una incidencia que sea efectiva, si no les preguntamos por sus derechos?
Retomemos aquí algunas claves de los resultados de la encuesta de voluntariado realizada durante el último año.
El voluntariado opina, que, una de sus motivaciones principales para ser voluntario es mejorar el mundo y las posibilidades de Cáritas para transformarlo, como herramienta que puede mejorar la sociedad y luchar contra la injusticia y/o exclusión social.
SOMOS LO QUE DAMOS, SOMOS AMOR…SOMOS TRASNFORMACIÓN, DENUNCIA y eso significa tener ojos para ver, oídos para escuchar, manos para dar apoyo, boca para hablar y pies para caminar hacia un mundo diferente.
Una única voz, manos, oídos y pies: Del voluntariado, de sacerdotes y personas con responsabilidad y de técnicos. Pero sobre todo de aquellos que más AMOR nos dan a través de sus valoraciones: LAS PERSONAS QUE ACOMPAÑAMOS.