Es la puerta de entrada a Cáritas, por medio de los 126 equipos de Cáritas parroquiales, formados por voluntariado y profesionales, ofreciendo un espacio de escucha, orientación, asesoramiento y apoyo.
Se pretende ir caminando con la persona que acude a Cáritas para intentar superar las dificultades, partiendo de sus potencialidades y no de las carencias; haciendo protagonista a la persona acogida, y siguiendo un proceso de acompañamiento, orientado a la promoción, personal y familiar, la corresponsabilidad y la autonomía.