Acceso al agua en realidades de exclusión
Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas, ha intervenido en un acto sobre “Los Servicios Públicos Universales: La Integración de los Vulnerables”.
Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas, ha intervenido en un acto sobre Los Servicios Públicos Universales: La Integración de los Vulnerables, organizado por OSUR.
En su intervención, Natalia se ha centrado el acceso al agua potable en personas y familias en situación de vulnerabilidad y exclusión social.
Realidad acompañada por Cáritas
“Desde Cáritas queremos destacar dos realidades que venimos acompañando desde antes de la pandemia: personas y familias que sufren los cortes de suministros de agua, energía e internet, personas y familias que no tienen acceso a agua potable, como en los asentamientos en Madrid, Almería, Huelva, Tenerife”, apuntó Natalia.
“Esta segunda realidad nos parece tremendamente grave en un país como España”, añadió. Más aún cuando la propia normativa obliga a todos los ayuntamientos a proveer de la misma a las personas y familias empadronadas en sus municipios. Las Cáritas Diocesanas de Huelva, Almería y Tenerife y Getafe acompañan a cientos de personas en asentamientos rurales y urbanos en diversos procesos de reclamación e incidencia política.
Estas son las realidades en estas Diocesanas:
- Provincia de Huelva, 32 asentamientos rurales y urbanos: 2000 personas.
- Provincia de Almería, asentamientos rurales: 70 personas (La Mojonera) + 3000 personas/90 asentamientos (Níjar) + 700 personas (Vícar).
- Provincia de Santa Cruz de Tenerife, asentamientos rurales y urbanos en Adeje, Arona, Granadilla, Puerto de la Cruz, Candelaria, La Orotava, Los Realejos, Guía de Isora y Guímar: 1000 personas.
- Municipio de Móstoles, asentamiento urbano (Poblado “Las Sabinas”, ribera del Río Guadarrama): 979 personas (344 entre 0-16 años)
Si bien es cierto que en alguno de los asentamientos (Huelva y Almería) se estuvo proveyendo de agua limpia a finales de 2020 y comienzos de 2021, hoy en día son cientos de familias y varios miles de personas las que no disponen ni tienen acceso a agua limpia ni potable de calidad.
El derecho al agua
La Observación General nº 15 del Comité Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas desarrolla las condiciones que deben darse para el acceso, disfrute y garantía del Derecho Humano al Agua y al Saneamiento, siendo así guía de las políticas públicas (locales, regionales y estatales) que lo hagan posible. Estas condiciones son la disponibilidad, la calidad y la accesibilidad.
Además, dichas condiciones también se han tenido en cuenta en el objetivo 6 de la Agenda 2030, “Agua limpia y saneamiento”, donde se propone a los Gobiernos el logro de la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todas las personas.
La Doctrina Social de la Iglesia
Son varios los documentos que hacen referencia a este Derecho Humano en la Doctrina Social de la Iglesia, y Natalia Peiro quiso destacar el nº 30 de la Laudato si’ del papa Francisco, donde dice:
“Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía que se regula por las leyes del mercado. En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás Derechos Humanos”.
Fruto de todo esto, Cáritas empezó a trabajar con OSUR para elaborar unos indicadores que dan lugar al reconocimiento de la vulnerabilidad en el acceso a agua potable. El objetivo es poder facilitar a los servicios públicos un protocolo concreto de medición y la posibilidad de mejora en el mismo.