Cooperación internacional14/12/2021

La base social, la mayor fortaleza de Cáritas en RD Congo

Cáritas moviliza la solidaridad local para que las personas afectadas por los conflictos armados y el volcán Nyiragongo reciban ayuda de urgencia a través de las propias comunidades.

El pasado 22 de mayo el volcán Nyiragongo entró en erupción en la ciudad de Goma, en República Democrática del Congo. La erupción provocó la destrucción de 3.000 casas y la evacuación preventiva de una buena parte de esta ciudad, capital de Kivu del Norte.

Faltaban aún muchos meses para que se produjeran las erupciones de La Palma, que nos han horrorizado. Pero hay una cuestión que nos interpela como Cáritas: si, incluso en un país rico como el nuestro, los daños en La Palma serán difíciles de reparar, en la República Democrática del Congo, uno de los países más pobres del mundo, muchas vidas pueden quedar rotas definitivamente; por tanto, la contribución de Cáritas es clave para aliviar el sufrimiento de las personas afectadas.

Presente en las zonas más aisladas

En este sentido, hay una diferencia clave entre Cáritas y otras organizaciones humanitarias en el terreno: a través de su red de parroquias, voluntarios y colaboradores de base y de sus relaciones de proximidad con las autoridades locales, Cáritas tiene contacto con las zonas más aisladas del mundo, y recibe información temprana y fiel sobre catástrofes y enfrentamientos armados. Eso le permite llegar a tiempo allí donde otras organizaciones ni siquiera saben que existen necesidades humanitarias. Pero, además, Cáritas moviliza la solidaridad local, para que, en la medida de las posibilidades, las personas reciban una primera respuesta a través de la comunidad.

Con los desplazados por el volcán Nyirangongo

Un ejemplo de ello fue la asistencia a los desplazados por el volcán Nyirangongo. Estos huyeron a los territorios limítrofes con lo puesto, y era preciso poder atenderles allí donde se encontraban. La mayoría de ellos se concentraron en la ciudad de Sake y ahí se focalizó el trabajo de casi todas las organizaciones de asistencia; pero el lugar estaba tan saturado, que muchas familias tuvieron que recorrer aún más distancia para tener un espacio donde estar.

La parroquia de Nyabibwe detectó la llegada de desplazados e, inmediatamente, informó a Cáritas Bukavu. Esta alerta, lanzada a tiempo por la parroquia, y la información que proporcionaron las comunidades eclesiales de base, permitieron a Cáritas Bukavu asistir a 620 familias con el apoyo de Cáritas Española y Cáritas Internacional Bélgica.

Pero eso no es todo: según el párroco de Nyawibe, tanto la parroquia como las comunidades eclesiales de base “sensibilizaron a las familias de la zona para que aceptasen a estos desplazados, porque no había sitio donde acogerlos, y, así, la mayoría fueron acogidos en familias”.

“Partimos de manera desordenada de Goma, con lo puesto, y hemos recorrido mucha distancia para llegar a esta parroquia. Una familia nos ha acogido, pero nosotros éramos demasiados y ellos son pobres. Gracias a la población de Nyabibwe y a la asistencia en bienes y dinero aportada por Cáritas, hemos podido sobrevivir estos días y estamos planificando el viaje de vuelta”, cuenta una de las personas beneficiarias.

Ayuda a que huyen de la guerra

En Kivu del Sur, en las mesetas Uviram existen desde hace varios meses violentos enfrentamientos entre grupos armados y con el ejército que han producido decenas de miles de desplazados. La mayoría de las organizaciones humanitarias están atendiendo desplazados en las zonas más accesibles. Solo Cáritas Uvira, con el apoyo de Cáritas Española, UNICEF y el PAM, es capaz de intervenir en las zonas más alejadas, solo accesibles a pie.

También en este caso, Cáritas Uvira puede acompañar a los últimos y no atendidos, gracias a su implantación territorial a través de las parroquias y a su trabajo en red con voluntarios y otros colaboradores de la Iglesia en todo el territorio. Esto les permite tener información fehaciente sobre la situación de la zona y comunicarse con la población beneficiaria. Gracias a ello, próximamente se va a proveer una asistencia en víveres para 1.450 familias desplazadas en zonas remotas con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID) y de Cáritas Española.

Estos ejemplos ilustran que Cáritas Española trabaja siempre de la mano de las Cáritas locales, que como verdaderos actores de la sociedad civil que son, tienen presencia en todo el territorio y aportan una ayuda rápida y eficaz, allí donde se presenta la necesidad, gracias al trabajo parroquial y en red. Pero, además, crea vínculos que construyen fraternidad y apoyo mutuo entre las personas de las comunidades y posibilitan gestos solidarios dentro de las mismas.