Cáritas comienza 2023 con retos e ilusiones nuevas. Somos muy conscientes de que debemos seguir siendo un espacio de esperanza y oportunidad en un contexto en el que los problemas sociales no menguan debido a la crisis inflacionaria, derivada principalmente de la guerra en Ucrania que, de nuevo, trae consigo graves repercusiones en los niveles de precariedad de las familias.

Acceso a los derechos

Frente a este escenario de creciente inestabilidad y desigualdad social es más necesario que nunca impulsar el modelo de estado de bienestar, con una orientación clara hacia el acceso a los derechos de todas las personas. Para ello es fundamental que todos tomemos conciencia sobre la importancia de tener en cuenta a las personas y familias vulnerables en el diseño, seguimiento y evaluación de las políticas públicas.

Grandes desafíos

Entre los grandes desafíos que nos esperan este año está la necesaria ampliación de la cobertura del Ingreso Mínimo Vital; la puesta en marcha de políticas públicas de acceso a la vivienda y de ayudas a la familia, y una política de cooperación internacional centrada en la sociedad civil y en los derechos de las personas.

Nuestro camino

Ser cercanos y estar en el día a día. Ser muchos y estar en todas partes. Ser solidarios y estar unidos. Estos son los caminos que la realidad social nos llama a transitar este 2023. Y para ello seguiremos contando con el apoyo de nuestros colaboradores y más de 73.000 voluntarios.

Francisco nos recordaba en la audiencia concedida al Consejo General en septiembre del año pasado que nuestro esfuerzo debe encaminarse “a reconquistar esa unidad a veces perdida en las personas y en las comunidades”. Nos enfrentamos al gran desafío de tender puentes de entendimiento en medio de una sociedad cada vez más plural y polarizada.

El trabajo en red ha sido una constante en los 75 años de vida de nuestra organización. Fieles a esa trayectoria, este año que comienza queremos redoblar nuestros esfuerzos en seguir trabajando junto a otras muchas organizaciones del ámbito eclesial y social para seguir acompañando de forma eficaz a las personas y a las familias más frágiles y vulnerables en su empeño por superar la situación de exclusión en que están inmersas. En nuestras manos está cambiarlo.