Desde la diferencia somos capaces de sumar. Acción interreligiosa en Guipuzkoa (Ordizia)
El pasado 9 de noviembre, se celebró en la población guipuzcoana de Ordizia, un encuentro entre personas de distintas religiones.
La semana del 7 al 13, se llevó a cabo en la citada localidad una semana intercultural en la que se enmarcó el mencionado evento. La idea de organizar la mesa redonda se germinó la pasada primavera, en el acto inaugural de la nueva mezquita.
La mesa redonda tuvo lugar en la sala principal de la casa ‘Delikatuz’; un cálido rincón para fomentar el diálogo y el buen ambiente. A pesar de que la organización corrió a cargo del ayuntamiento de la villa, la jornada fue fruto de la colaboración y puesta en común de todas las entidades participantes.
El objetivo que perseguía la mesa redonda no fue otra que la convivencia entre las personas que viven en el pueblo, por encima de sus religiones, etnias o creencias. Era importante y necesario conocerse mejor. Superar las reticencias a través del conocimiento; eso implica, respeto y convivencia. Estábamos convencidos de que, en contra de lo que muchas veces pensamos, existen más factores que nos unen, que las que nos hacen ver diferente a la persona que tenemos en frente.
La mesa redonda contó con la participación de representantes de tres religiones: evangelista, musulmán y católica. El debate se prolongó a lo largo de hora y media y se dividió en tres partes.
Los referentes de cada religión, el pastor, el imán y el sacerdote, expusieron los pormenores generales de cada religión. Aunque iba a asistir el pastor, en el último momento no pudo acudir y su lugar fue ocupado por una persona que profesa esa religión.
Se trataron los ejes, la organización del año litúrgico, los ritos más importantes, etc. de cada religión. Y también las creencias, muchas veces equivocadas, que ‘añadimos’ a cada religión.
Además, dos jóvenes, una musulmana y otra cristiana, de 19 y 22 años respectivamente, y una mujer evangelista, expusieron sus testimonios. Para ello la moderadora les planteó una serie de preguntas:
- En el día a día y en la sociedad actual, ¿cómo vives tu religión?
- ¿Qué ritos llevas a cabo cada día?
- ¿Qué te proporciona la religión?
- ¿Qué es lo que más/menos te gusta de tu religión?
- ¿Qué dificultades encuentras en la sociedad actual para ser creyente?
- ¿Qué opinión te merecen las otras religiones con las que compartes la mesa redonda?
- ¿Cómo vive la fe tu círculo de amigas/os, la cuadrilla? ¿Qué te dicen a ti al respecto?
- ¿De dónde has recibido/’procede’ tu creencia?
Para finalizar el acto, se llevó a cabo un acto simbólico. Es decir, como en el rugby, una especie de “tercer tiempo”. A lo largo de la sesión hubo un cirio encendido en la sala. Al final del acto, las/os representantes de las tres religiones se acercaron a ella, y de él, encendieron una vela cada una/o. Y es que a todas/os “nos ilumina la misma luz, y nos podemos ‘calentar’ todas/os de ella”.
Los allí presentes coincidieron que la jornada fue una experiencia única: bonita, cálida, emotiva… Acudió un buen número de personas, creyentes de las diversas religiones, así como personas no creyentes. En la sala se creó un agradable diálogo entre ponentes y oyentes. Quedó claro que desde la diferencia somos capaces de sumar, y que existen más cosas que nos unen, que las que nos separan.