Cooperación internacional21/11/2023

Diez años del tifón Haiyan

En noviembre de 2013, Filipinas se enfrentó a una de las peores catástrofes humanitarias de su historia.

El 7 de noviembre del 2013, Filipinas se enfrentó a una de las peores catástrofes de su historia.

Desastre humanitario

El tifón Haiyan (“Yolanda Typhoon” en su nombre filipino), uno de los más intensos registrados hasta el momento, con vientos que llegaron a alcanzar los 315 km/h, dejó a su paso más de 6.300 víctimas y 11 millones de damnificados, según los registros de Naciones Unidas.

El mayor impacto se localizó en su entrada a Visayas, por las islas de Sámar y Leyte, en el sureste de Filipinas. 

Otra manera de enfrentar las emergencias

Hoy, 10 años más tarde, en el Barangay “Palo” de Leyte Oriental, se ha celebrado la conmemoración de esta catástrofe humanitaria que cambió el curso de la historia filipina y la forma de enfrentar las emergencias ante estos nuevos riesgos medioambientales.

Las políticas gubernamentales, los equipos locales y las infraestructuras nacionales cambiaron su perspectiva y se tuvieron que adaptar ante los nuevos peligros que pueden suponer los desastres naturales de gran intensidad.  Pero, sobre todo, cambió la percepción de la comunidad filipina sobre los riesgos a los que están expuestos, y la necesidad de estar preparados y tener un amplio conocimiento sobre sus áreas geográficas, las zonas más expuestas, y el acceso a los centros de evacuación más cercanos.  

La reconstrucción

En el evento celebrado en Leyte esta semana, se han reunido las Cáritas hermanas de Alemania, Nueva Zelanda, Australia, Singapur, Indonesia, Canadá, Asia y España, además de las Cáritas Diocesanas locales que participaron en la respuesta humanitaria y en los trabajos de rehabilitación y desarrollo que en algunos casos aún continúan a día de hoy.

A lo largo de estos días hemos podido visitar las áreas que fueron más afectada por el tifón, así como los proyectos de reconstrucción que se llevaron a cabo, que abarcaron desde la construcción de 4.431 viviendas y 6.993 estructuras sanitarias, hasta el impulso de programas para el acceso a medios de vida de 24.416 personas. Además, se recuperaron y protegieron 77 entornos naturales.  

 

La fuerza de la solidaridad

Echando la vista atrás, aunque el impacto del tifón Haiyan dejó una catástrofe humanitaria incalculable a su paso, también nos enseñó la fuerza de la solidaridad y de la capacidad que tiene el trabajo en red de Cáritas, que llegó a unir a 45 Caritas nacionales y decenas de Diocesanas filipinas, en un trabajo coordinado con organismos internacionales y el gobierno local.  

La resiliencia mostrada por la población local, junto a sus duros testimonios, que hoy se acompañan de empoderamiento y celebración por la vida y un futuro esperanzador, nos refuerza en la fe de la misión de Cáritas Española, donde juntos, podemos seguir reduciendo la situación de vulnerabilidad de las comunidades más expuestas a las emergencias humanitarias.