Voluntariado18/09/2024

«El camino real empieza ahora»

Laura Fernández nos cuenta su experiencia durante el Camino de Santiago que ha compartido con otros jóvenes de Cáritas.

Laura Fernández Lorenzo es una voluntaria leonesa de 23 años que, durante diez días, ha tenido la oportunidad de compartir el Camino de Santiago con 32 técnicos y voluntarios de diferentes Cáritas de España e Italia.

Nos cuenta su experiencia en este texto: 

«Cuando vi la oportunidad de hacer este camino con Cáritas estaba en un punto de mi vida con mucha incertidumbre, y un poco perdida. Por eso me animé a hacerlo. Quería demostrarme a mí misma que podía hacerlo, tanto por la parte física de caminar como por la parte de reflexión y oración que lleva consigo.

Soy de las personas que intentan ocupar todo el tiempo para no pensar, no reflexionar. No me daba cuenta de que es muy importante, porque cuando miramos hacia nosotros mismos es cuando vemos nuestras limitaciones, inseguridades, inquietudes, debilidades… Pero eso también me generaba miedo que miren dentro de mí, que sepan cómo soy realmente, porque ¿y si se van de mi lado cuando me conozcan de verdad? ¿Y si no les gusta lo que ven? Siempre he tenido ese temor. Pero durante el camino he aprendido que hay que dejarse mirar, y mirar sin juzgar.

Para mí, este camino no ha significado solamente caminar, sino un aprendizaje personal fuerte, aprender que no pasa nada si las cosas no salen como las planifico, que hay que dejarse llevar y que tengo que seguir construyendo mi futuro, pero siempre siendo yo misma y reflexionando para aceptar mis limitaciones y las de los demás. Como hemos dicho durante todo el camino: se termina el caminar pero el camino real empieza ahora.

El sentimiento comunitario fue lo que nos ayudó a llegar a Santiago todos juntos. Cada uno con su ‘mochila emocional’ pero siempre acompañados por los demás, dispuestos a ayudarte y sostenerte si te hace falta.

Durante el camino me he dado cuenta de lo importante que es sentirse parte de algo y de la gran dimensión que tiene Cáritas a través de las experiencias de los demás voluntarios y técnicos en sus Diocesanas. Se ha terminado el camino y realmente siento que tengo amigos por toda España e Italia, y esto ha sido posible por esta actividad hecha por jóvenes para jóvenes.

Me quedo con una frase que escribió una compañera: ‘todos tenemos en los ojos la llama que nos empuja a construir un mundo mejor’.