Desde la confederación internacional de Cáritas, la campaña “Juntos. Actuemos hoy por un mañana mejor” contempla y defiende el medioambiente junto a la vida de las personas. El medioambiente no un solo “marco” de naturaleza donde vivimos, respiramos, trabajamos… – que también- sino, además, el espacio común donde se establecen y se nutren las relaciones humanas. En las encíclicas Laudato Sí y Fratelli tutti, el papa Francisco nos propone esta perspectiva integral: hay un vínculo entre los asuntos ambientales y las cuestiones sociales humanas que no puede romperse, una ecología que incorpora la cultura de cuidados entre las personas y sus relaciones con la realidad que lo rodea. 

Nuestras tierras, nuestro futuro

Este año, el lema para el día mundial del 5 de junio es “Nuestras tierras. Nuestro futuro” sobre la importancia de la educación ambiental y el cuidado de los ecosistemas que nos rodean.  En esta interrelación, Cáritas propone una cultura de convivencia y desarrollo social donde el cuidado del medio ambiente ante el reto del cambio climático sea inseparable del bien común, del respeto y del cuidado del entorno donde viven las personas -especialmente las más vulnerables del planeta-.

Una ecología integral

Esta ecología integral, www.caritas.es/ecologia-integral , será propicia en la economía y la cultura, – especialmente, en lo intercultural-, en el espacio doméstico familiar y en lo público, como la política, porque la ecología integral ofrece un análisis de los problemas ambientales inseparable del análisis de los contextos humanos de relación y de producción. «No hay dos crisis separadas, una ambiental y la otra social, sino una única y compleja crisis socio ambiental» (capítulo 4 Laudato Sí), porque todo está relacionado.

La ecología integral también favorecerá un contexto más respetuoso y equitativo donde hoy hay tanta desigualdad y descarte y otras formas de violencia contra los derechos humanos básicos. La búsqueda del bien común nos llevará a hacer opciones solidarias para dejar un mundo sostenible a las próximas generaciones, no con las palabras, sino por medio de un compromiso intrageneracional, custodios – y no dueños- de la tierra.

Foto: Richard Wainwright. Caritas Internationalis