01/02/2024

«El miedo siempre está presente en nuestras almas»

Un año después, los efectos devastadores del terremoto siguen presentes en la población afectada

El terremoto del 6 febrero 2023 impactó seriamente el norte de Siria donde viven 4,6 millones de habitantes, el 89,13% de esta población (4,1 millones incluyendo 2,7 millones de desplazado internos), ya dependían de la ayuda humanitaria antes del terremoto por los efectos devastadores que la guerra civil que vive el país desde el año 2012 afectando a esta zona de forma muy profunda y que, tras 11 años de guerra, estaba empezando a recuperarse de estos graves efectos.

El terremoto causó la pérdida de 5.670 vidas y 11.774 heridos, se calcula que más de 8 millones de personas se han visto directamente afectadas por este terremoto. Se puso a prueba una infraestructura ya de por sí frágil, que incluía plantas de agua y saneamiento y redes de distribución, escuelas y sistemas sanitarios. Los hospitales tuvieron dificultades para proporcionar una atención adecuada debido a los cortes de electricidad, la falta de medicamentos y las condiciones climáticas adversas. Un brote de diarrea aguda se sumó a la situación y planteó nuevos riesgos en los centros colectivos ya de por sí propensos a brotes de enfermedades.

Un año después, los efectos devastadores del terremoto siguen presentes en la población afectada, población que todavía no se había recuperado de las secuelas y los efectos de la guerra.

El sentimiento que impera entre toda esta población es miedo, además de la preocupación por el impacto financiero que el terremoto ha tenido en el país y en sus vidas

Da’as Mtanios Al Jarrouj, jubilado de Hama nos cuenta: “Hay dificultades para continuar nuestra vida a causa del miedo que siempre está presente en nosotros, ya que el terremoto hizo que volviera este sentimiento de miedo, la guerra nos dejó psicológicamente cansados. cabeza de familia con tres personas a su cargo. Mi dificultad actual es el alto coste de la vida, que ha aumentado los gastos y la falta de capacidad para afrontarlos. Mi pensión es de sólo 200.000 libras sirias y tengo gastos médicos por enfermedad cardíaca de 116.000 libras sirias al mes. Mi mujer también necesita una cirugía por valor de 1.400.000 Libras Sirias que no tengo medios de realizar.

De Caritas recibo Una ayuda financiera de 6.000.000 libras sirias. Para el futuro espero que la situación mejore y las cosas vuelvan a ser como antes. Que el precio de materiales y medicinas se reduzca, además de conseguir dinero suficiente para la operación de mi esposa».

Cómo vive Latifah Iskandar Jawish, de 65 años y jubilada de Aleppo: «Teníamos miedo y estábamos cansados durante la guerra porque la zona de Al Mida, donde vivíamos, estaba expuesta a constantes bombardeos. Tras el terremoto volvimos con miedo, pero la situación se estabilizó en verano, aunque el miedo siempre está presente en nuestras almas.

La dificultad que tengo es la escasez de dinero que me obliga vender artículos domésticos a precios baratos para poder tener un ingreso extra. Todos debemos ayudar a superar esta difícil etapa, pero lo más importante para mí es asegurar el alquiler de la casa, las necesidades diarias y la estabilidad.

De Cáritas he recibido un total de 6 millones de libras sirias en ayuda».

La financiación para superar los efectos de la crisis siria, incluido el terremoto está en un evidente descenso, lo que dificulta y va a dificultar aún más que toda esta población afectada pueda volver a su vida antes del terremoto. Hasta la fecha se ha podido reasentar 28.500 familias de las 800.00 personas que afectadas por la guerra y el terremoto todavía viven en tiendas de campaña que vivían en tiendas en un alojamiento digno, pero si la financiación no aumenta, se tardara más de 5 años en poder reasentar a todas las familias afectadas.

Mientras que los fondos para apoyar esta crisis se reducen, se duplica el coste de la canasta básica de alimento y 4 de cada 5 personas de la zona afectada por el terremoto viven en situación de inseguridad alimentaria. Además 2 millones de personas reciben asistencia alimentaria de las organizaciones humanitarias cada mes.

La ayuda en efectivo no condicionada, sobre la que se ha basado gran parte de la operativa de Caritas, cobró protagonismo en la respuesta al terremoto de febrero en Siria, dada la resistencia de los mercados locales que se mantuvieron activos tras la emergencia. La flexibilidad de esta ayuda permite a las familias comprar lo que necesitan, manteniendo su autonomía y dignidad en la toma de decisiones la vez que estimulan la economía local.