Análisis y reflexión23/09/2024

Encontrarnos y acoger… ¡Hay esperanza!

El 29 de septiembre la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado.

Desde hace varias semanas los telediarios y diversos medios de comunicación se hacen eco del mal llamado “problema migratorio” que vivimos en nuestro territorio, especialmente en las islas. Los mensajes que escuchamos están cargados de rechazo hacia las personas migrantes y refugiadas.

Por una cultura del encuentro

El malestar social está ahí latente, pero el dolor y el sufrimiento de las personas en movilidad también. En virtud de esta situación, y desde el reconocimiento de los retos y desafíos que plantea el fenómeno de las migraciones contemporáneas, queremos poner el énfasis en la necesidad de una cultura del encuentro y de la acogida, aprovechando la Gracia del momento sinodal que vive nuestra Iglesia.

Siendo conscientes de esta realidad, traemos el testimonio de Cáritas Diocesana de Burgos y Cáritas Diocesana de Tenerife, quienes sintiéndose llamadas a construir sinodalidad y a «remar mar adentro» (Lc 5, 1-11), han puesto en marcha en sus territorios dos iniciativas de acogida comunitaria para personas migrantes en situación administrativa irregular.

Valga este blog para seguir animando a toda la Confederación y a la comunidad cristiana a creer que es posible encarnar el Evangelio en y con los más pequeños del Reino.

Acogida en Tenerife y Burgos

Nos cuentan desde Cáritas Burgos que «en abril de 2024 Cáritas Burgos y la Archidiócesis deciden empezar una prueba piloto con una comunidad parroquial y una familia de acogida, que se ha materializado en un proyecto de acogida comunitaria”.

En otro punto geográfico de nuestro país, en Cáritas Diocesana de Tenerife, han impulsado «el Proyecto BEN como iniciativa para dar testimonio de otra forma de hacer acogida, con un papel protagonista de las personas acogidas, de la comunidad y del voluntariado”.

La potencia de estos proyectos se ve reflejada en la transformación de la vida de las personas en movilidad pero también de las comunidades de acogida (voluntariado, parroquias, etc.). Al mismo tiempo son altavoz de otro tipo de mensajes, más alineados con el Evangelio y con la Doctrina Social de la Iglesia. Por eso nos recuerdan están dos Cáritas Diocesanas que “acompañando desde la cotidianidad y desde la cultura del encuentro, facilitando redes de apoyo y de participación, propiciamos la convivencia desde una perspectiva intercultural y lanzamos un mensaje en contra de los discursos de rechazo” (Cáritas Tenerife). Pero, además, “queremos una acción significativa para contrarrestar la cultura del miedo y del odio y favorecer la cultura del encuentro, convencidos de que esto favorece a las personas acogidas, pero, favorece en mayor medida a la sociedad, comunidad, familia, Iglesia, sociedad” (Cáritas Burgos).

El éxodo de los migrantes

Creemos que estas iniciativas innovadoras en la acogida hacen vida lo que el papa Francisco viene recordando casi desde los inicios de su pontificado y que especialmente indica en el mensaje con ocasión de la celebración de la 110ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado en el que centra la atención en dos imágenes muy potentes, la del éxodo bíblico y la del éxodo de nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados.

El Papa nos recuerda que estas dos imágenes guardan ciertas similitudes, porque al igual que el pueblo de Israel huyó de la opresión de Egipto, hoy “los migrantes huyen a menudo de situaciones de opresión y abusos, de inseguridad y discriminación, de falta de proyectos de desarrollo” (Francisco), y así como el pueblo que seguía a Moisés encontró grandes dificultades en el desierto, “los emigrantes encuentran muchos obstáculos en su camino: son probados por la sed y el hambre; se agotan por el trabajo y la enfermedad; se ven tentados por la desesperación” (Francisco).

La realidad de aquel éxodo, se sigue repitiendo en los éxodos de tantos hermanos y hermanas que buscan un futuro mejor, y en esos éxodos Dios se hace compañero de camino, Dios camina con su pueblo.

Esta certeza es la que hace que desde Cáritas también acompañemos el camino de las personas en movilidad, y lo hacemos desde la confianza en un Dios que no abandona ni al más pequeño de sus hijos; por el contrario, será al más pequeño y vulnerable al que con más mimo y ternura cuide.

Todas estas iniciativas impulsan a seguir creyendo que el encuentro y la acogida son hoy signos de esperanza en un mundo que parece caminar hacia la senda del individualismo y del rechazo hacia lo diferente. El mensaje que queremos lanzar es que es posible “sentirnos en camino juntos” (CD Tenerife) y que “las personas migrantes enriquecen la sociedad y son testimonio de esperanza” (CD Burgos).

Sigamos siendo testigos del Dios encarnado que camina con todas las mujeres y hombres de la historia, un Dios que no hace acepción de personas.

Fotografía: Cáritas Burgos