Líbano, entre la esperanza y la incertidumbre
¿El alto el fuego de 60 días en Líbano dará paso a una paz duradera?
El 27 de noviembre se declaró un alto el fuego en Líbano, pero la guerra no se ha detenido; se anunció una tregua, pero no se ha proclamado la paz; los bombardeos en el país han cesado, pero las amenazas persisten. Aunque muchas familias han regresado a sus hogares, sus necesidades persisten y sus cargas han aumentado, sin olvidar a los que todavía siguen desplazados. En un escenario de incertidumbre surgen muchas preguntas que, de momento, no tienen respuesta.
En crisis desde 2019
En Líbano se habían empezado a diseñar estrategias para el futuro, centradas en el desarrollo y el progreso. Sin embargo, desde 2019, el país se enfrenta a una crisis socioeconómica cada vez mayor, agravada por una serie de acontecimientos mundiales, regionales y nacionales. La aparición de la pandemia de COVID-19, la devastadora explosión de Beirut, el vacío presidencial y, más recientemente, un grave brote de cólera, unido a este último conflicto, ha agravado colectivamente y de forma exponencial la crisis en la que está sumida el país.
Presencia de Cáritas en todo el país
Cáritas Líbano, que trabaja en el país desde 1976, dispone de una extensa presencia en todo el territorio. Con 36 centros sociales y más de 30 centros adicionales que abarcan educación, atención sanitaria primaria, refugios seguros y centros de desarrollo comunitario, esta amplia red garantiza la accesibilidad y el apoyo a las personas necesitadas, independientemente de su ubicación.
La presencia de Caritas en todo el país permite y facilita prestar asistencia de forma eficaz en función de criterios de vulnerabilidad.