El Grupo de Trabajo de Caritas Internationalis sobre Venezuela (GTV), creado en 2018 por varias Cáritas de Europa, Estados Unidos y América Latina para abordar la crisis que sufren los venezolanos dentro y fuera de su país, pide atender la dura situación humanitaria que sigue viviendo el Estado caribeño.

Inseguridad alimentaria

En su encuentro anual, el Grupo de Trabajo sobre Venezuela, del que forma parte Cáritas Española, pudo constatar:

• La inseguridad alimentaria y la desnutrición crónica continúan presentes en Venezuela, especialmente en los hogares más vulnerables.
• El impacto del hambre es un detonante de la migración masiva, el absentismo escolar, la sobreexplotación, la prostitución y otras realidades de exclusión extrema,
• La crisis alimentaria y la desnutrición infantil están afectando al crecimiento y desarrollo de los niños.
• A corto plazo, no se vislumbra una mejora real del empleo, los salarios. los medios de vida y el poder adquisitivo que permita a las familias acceder a la canasta básica de alimentos.
• Después de unas respuestas iniciales solidarias de los gobiernos de la región, recientemente algunos Estados han optado por políticas migratorias que priman la seguridad y que incluyen la militarización de las fronteras. Además, han aumentado las reacciones violentas, xenófobas y anti migrantes en los países de acogido.
• Las políticas de regularización de migrantes venezolanos no son homogéneas e impulsan la re-migración, generando una mayor vulnerabilidad para las familias.
• En Latinoamérica y el Caribe, la actividad de las redes criminales de trata y tráfico de migrantes, está generando sufrimiento y nuevas formas de esclavitud humana, especialmente entre los venezolanos.
• Hay una disminución de la ayuda humanitaria,
• La Iglesia y Cáritas continúan haciendo un importante esfuerzo para responder a las necesidades de los venezolanos.

Apoyo a los venezolanos 

Ante este escenario, el GTV acuerda:

1. Seguir visibilizando la situación de los venezolanos y desarrollando programas de respuesta a la crisis prolongada y de apoyo a las comunidades de acogida de los migrantes venezolanos.
2. Solicitar a los Estados latinoamericanos que favorezcan la integración fraterna de los venezolanos y la protección de quienes sufren por la migración forzada.
3. Advertir a la comunidad internacional que, ante la fragilidad actual de la población venezolana, la implementación de medidas como las sanciones, solo empeorarían las ya precarias condiciones de vida, limitarían las capacidades de recuperación y crearían nuevos flujos migratorios.
4. Continuar atendiendo a los más vulnerables y apostando por la superación de las causas de la crisis, para que, juntos ,garanticemos a la población su derecho a migrar y a no migrar.