Nos movemos por el cuidado de la creación
Una reflexión de nuestro papel como católicos con motivo de la Cumbre del Clima que se está celebrando en Madrid.
Hace solo un mes que se celebró en Roma el Sínodo Amazónico. Una llamada a la unidad, la solidaridad y la justicia en esta zona de enorme valor medioambiental. Hoy la comunidad católica mundial muestra su interés con otro momento importante para el futuro de nuestro planeta y la humanidad. La 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se inauguró el pasado lunes 2 de diciembre en Madrid, bajo la Presidencia de Chile. Un momento importante para todos, pues son necesarias medidas capaces de atajar un sistema que genera una creciente e inaceptable degradación social y ambiental. Como nos dice el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si´:
«No existen dos crisis separadas, una económica/social y otro medio ambiental sino una única y compleja crisis socio ambiental».
Por ello, es necesario que la sociedad española se implique con la crisis del cambio climático. La iglesia española nos invita a hacerlo y a movilizarnos. De este modo, el pasado día 5, tras una pancarta con el lema ‘católicos por el cuidado de la casa común’, fieles, religiosos y entidades de Iglesia se unieron a la marcha de Madrid, con la que se quiso apoyar la obtención de unos resultados llenos de esperanza en esta cumbre mundial como medida para paliar el sufrimiento de millones de personas en todo el mundo, que se verán afectadas por las consecuencias del cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
En este contexto, Cáritas nos propone ser comunidad, que aprendamos a vivir en común bajo una misma casa y en una misma Tierra, y esto se puede conseguir solamente desde la clave del amor que ha estado siempre presente en la Doctrina Social de la Iglesia. Por ello, tenemos esperanza en encontrar el equilibrio y la sostenibilidad en nuestra relación con las personas y con el planeta, que es el reto que como Humanidad tenemos para restaurar nuestra dignidad común de seres humanos al Cuidado de la Creación.