El vertiginoso encarecimiento de la vivienda y el ritmo de vida insostenible de las ciudades -entre otros factores- hacen que muchas personas se planteen un cambio y miren hacia el mundo rural.

Por otra parte, la población rural, especialmente jóvenes, se ve obligada a dejar sus pueblos en busca de oportunidades debido a que en las zonas rurales las condiciones de trabajo tienden a ser difíciles y las ofertas de empleo no abundan.

Tanto para que la población local permanezca y no tenga que emigrar, como para que se establezcan nuevos pobladores en el medio rural, la creación de oportunidades de empleo en el mundo rural es esencial en la lucha contra la despoblación y el envejecimiento en los pueblos.

Tradicionalmente, en las zonas rurales predominan las actividades primarias como la agricultura, la extracción forestal, y demás actividades agropecuarias. Aunque la agricultura sigue siendo fundamental, las oportunidades de empleo en el mundo rural se han expandido a sectores como el turismo rural y la hostelería y en algunos lugares, la energía renovable y la tecnología.

Los retos de Cáritas

Conseguir que se aprovechen las oportunidades de empleo en el medio rural, y se ayude su tejido productivo y lograr que se fije población o se establezcan nuevos pobladores en el territorio, ya sean asalariados, empresarios, emprendedores o profesionales independientes, es un reto en al que Cáritas se quiere unir.

Estas son algunas de las claves para desarrollar nuestro trabajo en el territorio:

• Apoyo institucional: Para poder desarrollar acciones con un cierto impacto en el ámbito rural, es importante el compromiso institucional. Los recursos disponibles suelen ser escasos. De ahí la importancia de establecer vínculos y trabajar con otras organizaciones, ayuntamientos, consorcios, mancomunidades, etc.
• Presencialidad en el territorio:  Es fundamental para el desarrollo de proyectos en el territorio que exista una relación de confianza y cercanía. Se necesita hablar los mismos códigos socioculturales y es muy importante mantener una presencialidad de manera estable.
• Participación: Es indispensable contar con la participación de las personas que viven en el territorio.
• Trabajo en Red: En el territorio existen otras organizaciones y aunque los servicios y recursos sean escasos, hay que ponerlos a favor de las personas, evitando la duplicidad e intensificando el espíritu de servicio de nuestra organización.

Algunas experiencias 

• Brins d’Oportunitats, la Empresa de Inserción de Cáritas Diocesana de Sant Feliu de Llobregat, apuesta por el cultivo del viñedo y el olivo como vehículo de integración social y laboral para jóvenes en situación de vulnerabilidad. Su proyecto Mas Marquet nace de la experiencia en la línea agrícola, forestal y de jardinería sostenible dentro del programa Treball i Formació Jove de la Generalitat de Catalunya. Después de cuatro años de éxito en esta línea, Brins y Cáritas apuestan por enfocar el acompañamiento en un proyecto vinculado a la tierra, concretamente al cultivo de la viña y el olivo, con certificación ecológica (y en el marco de la denominación de origen del Penedés) para preparar a jóvenes ex tutelados para futuras oportunidades laborales.
• Lanagro Servicios, lleva a cabo procesos de inserción sociolaboral a través de la oferta de servicios intensivos en mano de obra para el primer sector en la Rioja Alavesa. Esta empresa de inserción promovida por Cáritas Vitoria y la Asociación ENDAA, surge con el objetivo es romper el tradicional modelo de contratación temporera, apostando por la estabilidad de los y las trabajadoras ofreciendo formación continua y nuevas herramientas agrarias. Trabaja con personas que hasta ahora han sido temporeras y temporeros. Lanagro genera 20 empleos directos —14 de ellos en inserción— y da servicio a las bodegas de Rioja Alavesa y a la recolección de pera y oliva en la zona.

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