Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz
Mensaje del papa Francisco para la 58ª Jornada Mundial de la Paz
“Perdona nuestras ofensas: concédenos tu paz” es el título del Mensaje que el papa Francisco ha escrito para la 58ª Jornada Mundial de la Paz que se celebra el 1 de enero.
Deseo de paz
El Papa comienza su mensaje dirigiendo “el más sincero deseo de paz a toda mujer y hombre, en particular a quien se siente postrado por su propia condición existencial, condenado por sus propios errores, aplastado por el juicio de los otros, y ya no logra divisar ninguna perspectiva para su propia vida”.
“A todos ustedes, esperanza y paz, porque este es un Año de gracia que proviene del Corazón del Redentor”, continúa Francisco, haciendo referencia al Jubileo de la Iglesia católica, que se celebra en 2025; un “evento que colma los corazones de esperanza”.
Hacer cambios
El Papa recuerda que el Jubileo “nos invita a emprender diversos cambios, para afrontar la actual condición de injusticia y desigualdad, recordándonos que los bienes de la tierra no están destinados sólo a algunos privilegiados, sino a todos”.
En este contexto de injusticia y desigualdad se explica la crisis de la deuda que afecta a diversos países, sobre todo del sur. “La deuda externa se ha convertido en un instrumento de control, a través del cual algunos gobiernos e instituciones financieras privadas de los países más ricos no tienen escrúpulos de explotar de manera indiscriminada los recursos humanos y naturales de los países más pobres”, lamenta Francisco.
Condonación de la deuda
El Papa sugiere tres acciones que puedan restaurar la dignidad en la vida de poblaciones enteras y volver a ponerlas en camino sobre la vía de la esperanza, para que se supere la crisis de la deuda y todos puedan volver a reconocerse deudores perdonados. «Retomo el llamamiento lanzado por san Juan Pablo II con ocasión del Jubileo del año 2000, de pensar en una notable reducción, si no en una total condonación, de la deuda internacional, que grava sobre el destino de muchas naciones».
No a la pena de muerte
Además, el Santo Padre pide “un compromiso firme para promover el respeto de la dignidad de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, para que toda persona pueda amar la propia vida y mirar al futuro con esperanza, deseando el desarrollo y la felicidad para sí misma y para sus propios hijos”.
En este sentido, el Papa invita una vez más a “un gesto concreto” que pueda favorecer la cultura de la vida. “Me refiero a la eliminación de la pena de muerte en todas las naciones”, añade.
Acabar con el hambre
La tercera acción propuesta por Francisco se refiere al acceso a la alimentación. “Utilicemos al menos un porcentaje fijo del dinero empleado en los armamentos para la constitución de un fondo mundial que elimine definitivamente el hambre”.
Si quieres leer el mensaje completo del Papa, puedes hacerlo aquí.