¿Por qué la reforma del Reglamento de Extranjería no es suficiente?
Diego Fernández-Maldonado, responsable de Incidencia Política y Orientación Jurídica sobre Movilidad Humana en Cáritas Española, nos explica por que todavía existe un amplio margen de mejora.
La alianza formada por seis organizaciones especializadas en el acompañamiento social y jurídico de personas migrantes y refugiadas (Andalucía Acoge, Cáritas, CEAR, CONVIVE, Fundación Cepaim, Red Acoge y Servicio Jesuita a Migrantes) han presentado una batería de propuestas dirigidas a garantizar vías de entrada seguras y regulares que eviten la irregularidad administrativa, tales como la concesión de visados, la flexibilización de la figura de la reagrupación familiar para procurar el derecho a la vida en familia de las personas migrantes y la rebaja de los períodos de residencia exigidos para solicitar las autorizaciones de residencia y trabajo como única vía para evitar situaciones de exclusión y desprotección.
«La Ley de Extranjería es el marco que regula los derechos y obligaciones de las personas extranjeras, el Reglamento aterriza en ese marco y establece, y hago más detalle en qué condiciones las personas extranjeras pueden acceder a un tipo de autorización de residencia o a otro. Entonces nos jugamos aquí la letra pequeña», explica Diego.
