Acción social10/07/2024

Un hogar tras la cárcel

Cáritas Barcelona ofrece a las personas en reinserción penitenciaria unos espacios donde sentirse acompañadas.

Cuando las personas salen de prisión a menudo se encuentran en una situación límite. Muchas de ellas han roto relaciones con su familia y están solas, sin dinero, ni trabajo, ni una red familiar o de amigos. Cuanto más larga es la condena, más riesgo de vivir esta triste realidad. 

Una puerta a nuevas oportunidades

Cáritas Barcelona, como otras muchas Cáritas Diocesanas de nuestro país, ofrece a estas personas unos espacios donde sentirse seguras y acompañadas. “Son una puerta que se abre a nuevas oportunidades esperanzadoras y llenas de cambio para muchos hombres y mujeres que se encuentran en procesos de reinserción penitenciaria”, explican en Cáritas Barcelona.

Casas de acogida Llar Betania y Pere Oliveras

Estos lugares son la Llar Betania y la casa Pere Oliveras, donde se acogen mensualmente a casi 40 personas con permisos penitenciarios o en libertad condicional. La primera es una casa de acogida para mujeres, y la segunda ofrece vivienda y formación a 16 hombres. 

En concreto, la casa de acogida Pere Oliveras ha acompañado a 370 personas en reinserción penitenciaria en los últimos 5 años. Gracias a un equipo profesional presente durante las 24 horas del día, Cáritas ofrece un espacio donde iniciar un proceso de recuperación personal, emocional y relacional, así como un seguimiento intensivo hasta el cumplimiento definitivo de la condena.

Ilustración: M.Vasquez