Viruela y más en la República Democrática del Congo
En medio de la epidemia de mpox, la violencia sigue imparable en el país, y le ha costado la vida a un colaborador de Cáritas.
En un contexto de grandes epidemias, como el ébola, las fiebres hemorrágicas, o el mpox (conocida como viruela del mono), que causan alertas mundiales, éstas parecen encontrar sus raíces y manifestar su mayor agresividad en la población de Kivu del Sur, en la República Democrática del Congo. Aun así, este país sigue enfrentándose a la peor epidemia de ellas: la falta de reconocimiento de los derechos humanos, la extorsión, la violencia y la impunidad.
Cáritas Española está presente desde hace décadas en Kivu del Sur, y en la actualidad, mantiene diversos programas de cooperación y solidaridad con la población local en estrecha coordinación con las Cáritas de la zona.
En concreto, el apoyo constante a los llamados Comités Locales de Organización Comunitaria (CLOC) ha supuesto una eficaz herramienta para estimular y concienciar en el respeto a los derechos humanos en una zona sometida a la violencia indiscriminada de todos los actores en conflicto: ejército congolés, diversos grupos armados, paramilitares de los países vecinos, y simples bandoleros y mercenarios.
Un asesinato impune
Nos acaba de llegar la noticia de que uno de los agentes de los CLOC, Dieudonné Barhondeze Lushombo, ha sido asesinado impunemente en Kalonge, cerca de Bukavu. La indignación del pueblo no puede ser mayor, ni, desgraciadamente, más inútil.
Otra epidemia más
En la crisis por el mpox (que brevemente ha vuelto a poner a la República Democrática del Congo en los medios), las autoridades sanitarias nacionales e internacionales, en coordinación con la OMS, han puesto en marcha un plan oficial de respuesta urgente a raíz de la declaración oficial de la epidemia este pasado mes de agosto.
Como en todas las epidemias, además de la capacitación para la atención sanitaria a los enfermos, las campañas de vacunación y la adopción de medidas higiénicas básicas son elementos necesarios para impedir la propagación del virus y limitar sus efectos.
Y mientras, la violencia sigue en RD del Congo
Cáritas Española hace un llamamiento a todos para que ese plan pueda alcanzar al mayor número de personas, pero también pide que no olvidemos la otra epidemia que se ceba desde hace decenios en el Kivu y no tiene publicidad ni repercusiones entre nosotros, porque parece no ofrecer “peligro de contagio”: la de la muerte y la miseria que voluntaria y culpablemente ignoramos.