Para Cáritas, la economía solidaria es un reto, pero también una realidad. Apostamos por ella y por eso desarrollamos proyectos que ponen a las personas en el centro de la actividad económica y facilitan su acceso a un trabajo digno.
Cáritas defiende una economía solidaria al servicio de los derechos humanos y que prioriza el cuidado del planeta.
Cáritas apuesta por las finanzas éticas como uno de los instrumentos con mayor capacidad de transformación de la sociedad. Las finanzas éticas garantizan a los ahorradores que su dinero se está invirtiendo en actividades y proyectos que buscan el desarrollo de las personas, la redistribución de la riqueza y la protección del medio ambiente, en cualquier lugar del planeta.
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