Campaña de Jueves Santo 2022 - Diocesana de Castrense

Palabras del Arzobispo Castrense de España

Queridos hermanos en Cristo:

El Jueves Santo, Día del Amor Fraterno, se conmemora la Institución de la Eucaristía: el gran regalo del Amor de Dios. En esa Última Cena, tanto las palabras de la institución como el gesto del lavatorio de los pies se convierten en el signo más elocuente la total entrega del Señor Jesús por nosotros y del mandamiento nuevo que nos dejó: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”.

Hace diez años nacía Cáritas en nuestra familia Castrense. A lo largo de Este tiempo se ha hecho presente en muchos hogares de los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como en diversos lugares en que sirven, dentro y fuera de España, ya que la Caridad, es decir, el Amor cristiano, no tiene fronteras y es capaz de “reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite” (Fratelli tutti, 1).

Cáritas Castrense no es un apéndice de nuestra Iglesia castrense, sino que manifiesta su esencia, su identidad profunda, y es una importante manifestación de su apostolado. Así, el mensaje de Cristo de amor al prójimo, que conmemoramos el Jueves Santo, alcanza a los más necesitados.

Sabemos que en todo esto la perseverancia es clave, ya que “el bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día”. (Fratelli tutti, 11).

El Jueves Santo es un día muy indicado para vivir la fraternidad y hacer vida real el mandamiento nuevo del amor, compartiendo el pan y el vino en actitud de servicio a los hermanos más necesitados.

Este año, todavía con el miedo al contagio con el Covid-19, al que se suma el desasosiego frente a la guerra de Ucrania y sus repercusiones mundiales, hemos de redoblar nuestro esfuerzo y compromiso en favor de todos los excluidos de nuestra sociedad y del mundo entero, para que a todos llegue el amor del Señor a través de nuestro amor.

¡Paz y Bien!