Campaña de Jueves Santo 2023
“Sólo con una mirada cuyo horizonte esté transformado por la caridad, que te lleva a percibir la dignidad del otro, los pobres son descubiertos y valorados en su inmensa dignidad, respetados en su estilo propio y en su cultura y verdaderamente integrados en la sociedad”...
Palabras del Delegado de acción Social de Cáritas Castrense
Queridos amigos y compañeros,
La caridad, nos decía el Papa Francisco, vivida tras las huellas de Cristo, mostrando atención y compasión por cada persona, es la expresión más alta de nuestra fe y nuestra esperanza.
“Esa caridad que se alegra de ver que el otro crece”. Cuando leía el mensaje del Santo Padre pensaba en todos y cada uno de los donantes que hicieron posible que repartir “cuidar a quienes se encuentran en situación de sufrimiento, abandono o angustia ”. Pienso de una manera muy especial en todos y cada uno de los beneficiarios de nuestro Arzobispado Castrense a los que se les ayudó de una manera directa e inmediata.
Debemos repetir, remarcar e incidir en que estas ayudas no solo fueron directas e inmediatas sino que, como nos invitaba el Papa Francisco, son acompañadas con “una palabra de confianza, para que el otro sienta que Dios lo ama como a un hijo”, por todos los capellanes y voluntarios de Cáritas Castrense, a lo largo y ancho de nuestra Patria.
Después de la larga Cuaresma, con la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén, llegamos a la Semana Mayor donde los cristianos conmemoramos los acontecimientos capitales del misterio pascual: la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Este año, ya podremos, la inmensa mayoría de nosotros, acercarnos a nuestra comunidad parroquial para vivirlo con la mayor intensidad posible.
Un Jueves Santo distinto en las formas pero igual en el fondo donde la Iglesia, una vez más, se reúne para contemplar a Jesús reunido con los doce para celebrar la Cena Pascual. Una vez más, por pura Misericordia Divina, podremos contemplar y recibir el regalo más grande que Él podría hacernos: su presencia entre nosotros para siempre en el don del pan y del vino.
Sabemos que a partir de esta noche gloriosa, llena de misterios, el Señor Jesús instituyó la Eucaristía, sacrificio de la Alianza, por la cual el mismo Señor permanece con nosotros “todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20) y nos hace partícipes del misterio de su muerte y resurrección invitándonos a gozar de la libertad de la Pascua del Señor.
Liberándonos de nuestras ataduras y en un alarde de generosidad, Jesús nos entregó su “testamento” en el encargo del amor mutuo, a semejanza e imitación del amor que Él, previamente, nos ha tenido: “Amaos unos a otros, como yo os he amado” (Jn 13,14). Ese amor, esa entrega, celebrada en la liturgia y hecha realidad en la vida, es la esencia de la vida cristiana y por ende de Cáritas.
Así nos ha amado Jesús y, en ese amor sin límites, sin medida, somos llamados nosotros a vivir.
También, en la tarde del Jueves Santo, somos llamados en nuestro Arzobispado Castrense de España a compartir nuestros bienes materiales y espirituales. A través de la colecta que se celebra en los Oficios de la Cena del Señor, nuestra Iglesia hace realidad la llamada de Jesús a amar, servir y compartir nuestros bienes con los más pobres.
El Fondo inter-parroquial, gran exponente de la comunicación cristiana de bienes, es hoy, en nuestro Arzobispado Castrense, un signo más de la entrega de todas las unidades para el servicio a todos los necesitados de cualquier lugar geográfico. Gracias a los bienes que compartimos en la colecta del Jueves Santo, Cáritas Castrense puede ofrecer proyectos de promoción a los que están padeciendo situaciones de pobreza y exclusión social en estos momentos tan inciertos.
Gracias a estos bienes compartidos, el gesto de Jesús que nos ha dicho: “amaos unos a otros, como yo os he amado” puede seguir actuando año tras año. Nuestra generosidad hace posible que muchas personas recuperen la dignidad perdida y logren su integración social. El gesto del lavatorio de los pies que Jesús nos enseña en el Cenáculo, encuentra hoy su continuación en nuestro compartir generoso y lleno de amor.
Aunque la Cuaresma ya quedó atrás quisiera recordar y con ello terminar, con unas palabras del Santo Padre:
“Sólo con una mirada cuyo horizonte esté transformado por la caridad, que te lleva a percibir la dignidad del otro, los pobres son descubiertos y valorados en su inmensa dignidad, respetados en su estilo propio y en su cultura y verdaderamente integrados en la sociedad”.
Que, después de terminar esta Semana Santa, podamos prolongar el gesto que realizó el Señor en la noche del Jueves Santo. De esta manera haremos posible que una vez más, en medio de toda esta crisis, nazca la Esperanza, la Fe y la Caridad en medio de nuestras Fuerzas Armadas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los Centinelas de la Paz.
Ahora más que nunca, necesitamos seguir contando con tu colaboración.
Muchas gracias de antemano y Feliz Pascua de Resurrección.
¡Paz y Bien!
Benito Pérez Lopo
Delegado de Acción Social de Cáritas Castrense
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