Creación de un refugio de biodiversidad en una de las puertas de la muralla de Ciudad Rodrigo
Esta actuación se enmarca en la línea de sensibilización ambiental del proyecto “Sembrando inclusión desde la educación ambiental”, que lleva a cabo Cáritas Diocesana Ciudad Rodrigo y cuenta con la financiación del Ayuntamiento mirobrigense.
Cáritas Diocesana de Ciudad Rodrigo y el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo han inaugurado en la mañana de hoy un refugio de biodiversidad, ubicado en la puerta de la Colada de la muralla mirobrigense. Esta actuación se enmarca en la línea de sensibilización ambiental del proyecto “Sembrando inclusión desde la educación ambiental”, que lleva a cabo Cáritas Diocesana Ciudad Rodrigo y cuenta con la financiación del Ayuntamiento mirobrigense.
La sensibilización ambiental es una de las líneas de apoyo del Ayuntamiento hacia la labor de Cáritas Diocesana Ciudad Rodrigo. Las cuatro líneas incluidas en este apoyo son: cesión de huertos familiares y seguimiento familiar, acompañamiento integral a personas en riesgo de exclusión a través de acciones formativas, tejiendo redes con nuestros mayores y actividades de sensibilización medioambiental y social.
Esta actividad ha sido realizada con la colaboración de los participantes de la acción formativa en «Actividades auxiliares en apeo de árboles con motosierra”, que precisamente ha sido clausurada en el día de hoy, financiada por el Fondo Social Europeo a través del programa operativo de Inclusión Social, Garantía Infantil y Lucha contra la Pobreza del Fondo Social Europeo FSE+ y el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo.
Refugio de Biodiversidad
Su objetivo es poner en relevancia la biodiversidad y servir de alojo a diferentes tipos de insectos, de cara al verano, sobre todo cuando esté todo este rincón lleno de flores, que se van a plantar.
Los insectos que ocuparán este lugar son escarabajos, tijeretas, mariquitas, abejas, abejorros,…, Cada uno ocupará diferentes espacios del refugio y este es el sentido de darle la importancia, en este hueco, al pie de la muralla, que también cuenta con huecos que en primavera aprovechados por los vencejos.
Se trata de incentivar el ciclo natural que se necesita en cualquier espacio y, al tiempo, sensibilizar realizando actividades complementarias para escolares y también a través de paneles con un código QR donde los visitantes podrán complementar la información.