Noticia10/06/2021

El sociólogo Thomas Ubrich ofrece una charla sobre la crisis del COVID-19 en Ciudad Rodrigo

Enmarcada en la Semana de la Caridad 2021

El cuarto día de la Semana de la Caridad de Cáritas Diocesana Ciudad Rodrigo tuvo como actividad la charla titulada: “Un año acumulando crisis: efectos de la pandemia en las familias más vulnerables y en el mundo rural” a cargo de Thomas Ubrich, sociólogo de Cáritas Española.

Thomas Ubrich comenzó hablando de la distancia social, económica y antropológica. Aunque estamos en un mundo globalizado existen formas distintas de abordar el mundo, con la pandemia hay desigualdades que se han profundizado y algunas que han aparecido o se han hecho más visibles. La disertación se basó en el VII Informe FOESSA, las encuestas a personas que participan en programas de Cáritas sobre el año de pandemia y una reciente actualización de esas encuestas que se publicarán a finales del mes de junio.

Todo empieza con una crisis sanitaria que imparta en todas las dimensiones. El VIII Informe FOESSA ya adelantaba que la sociedad se dividía en cuatro grupos: de oportunidades, insegura (6 millones de personas que acumulan elementos que debilitan), estancada (8 millones de personas con necesidades de apoyo para salir adelante), expulsada (2 millones de personas con problemas en diferentes dimensiones que les alejan de la sociedad más integrada).

El COVID-19 llega en un contexto de crisis estructural: más de 3 milllones de desempleados, incremento de la desigualdad…, llovió sobre mojado.

Se constata una mayor exposición a la pobreza en el mundo rural.

Efectos COVID. Impacto.

Empleo.- Uno de estos elementos es la pérdida de la función integradora del empleo. Los ERTEs afectaron a más de 700.000 personas, el desempleo a más de 703.000 personas. Trabajadores atrapados en la precariedad y la inestabilidad, trabajadores más pobres. Inestabilidad laboral. Empleos intermitentes. Nuevos elementos de la precariedad: cuatro de cada diez entrevistados (participantes de los servicios de Cáritas durante la pandemia) tuvieron que asumir riesgos altos de contagio por no perder el trabajo. 7 de cada diez tendrían graves problemas en su trabajo si tuvieran que quedarse en cuarentena. 600.000 personas en España subsisten en empleos informales por lo que no se benefiecian por las coberturas sociales de protección.

Vivienda y salud.- Fragilidad. 77.000 famlias obligadas a mudarse a raíz de la pandemia porque no podían afrontar gastos y esto ha tenido impacto en la salud, por no poder llevar una alimentación adecuada o comprar predicamentos. Se han desatendido otras enfermedades que ya existían. Cuatro de cada diez familias que acompaña Cáritas no podían pagar su vivienda. 700.000 personas en hogares sin poder pagar suministros.

Redes de apoyo.- La pandemia ha supuesto una oportunidad de convivencia pero esto no ha sido igual para todos. Se complica el cuidado de personas dependientes ( en el 18 % de las familias con personas dependientes, alguien tuvo que dejar su empleo para poder atenderles) Se incrementan los hogares que no pueden ser red de ayuda mutua o apoyo informal. 

Brecha digital.- Más del 60 % de los hogares atenidos por Cáritas están en situación de cierto apagón tecnológico. Se convierte en un factor de exclusión en diferentes dimensiones. El tener un dispositivo de conexión o habilidades para manejarse en la locura administrativa. Muchas familias pierden oportunidades de empleo o formativas por no tener acceso a estos elementos tecnológicos. Y los niños también se han visto afectados en su rendimiento escolar. Esa desigualdad también tiene un componente territorial. En las zonas rurales, más del 13 % no tiene acceso a Internet de banda ancha.

Proteccion social.- Sí, se han puesto en marcha medidas par amortiguar el impacto de la pandemia: ERTEs, ayudas ICO o empresas. Pero esto no revierte el modelo que ha generado desigualdades o profundizado las antiguas. No frena. Con respecto al Ingreso Mínimo Vital, en las familias acompañadas por Cáritas, sólo un 3,6 % lo estaba cobrando en enero, un 13 % habían visto denegada su solicitud, 7 de cada diez no lo habían solicitado, muchos por falta de información. Thomas Ubrich también realizó un adelanto con respecto a los datos de mayo que se ofrecerán a finales de mes, ahora ya es un 16 % de las familias atendidas por Cáritas, las que ya están cobrando el Ingreso Mínimo Vital, pero desde Cáritas se considera insuficiente porque la mayor parte de estas familias no tienen ingresos o se arriesgan a un contagio continuando en una actividad laboral de subsistencia. Hay una falta de accesibilidad con respecto a los servicios sociales y una mayor burocratización.

Cáritas atiende a más personas, ha tenido que dar respuesta ante un desbordamiento de los servicios sociales, sobre todo ante necesidades básicas. Incremento del dinero empleado para ayudar en un 57%, más de 2,5 veces más de dinero para cubrir necesidades básicas.

¿Cuáles son las nuevas necesidades? Se han visibilizado y profundizado problemas que ya existían, de ahí las colas del hambre, consecuencia también de los protocolos sanitarios porque las personas han de quedarse en la calle esperando.

Conclusiones ofrecidas por Thomas Ubrich durante su intervención:

  • Revisar las políticas sociales desde las necesidades de siempre: materiales (mercado laboral, vivienda, protecciones sociales,…), relacionales, de participación y libertad, posibilidad de decidir sobre mi vida y mi entorno.
  • Es necesario trabajar en el camino hacia la inclusión social, donde el centro de la espiral sea la integración plena y los problemas no nos alejen de ese centro.

Según explicó este sociólogo, es poco probable una solución única que nos lleve a poder ealizar el camino , hay que buscar soluciones en todas las dimensiones (empleo, salud, educación, relacional…) El empleo es necesario pero no encaja en el camino de la inclusión si hay temporalidad o en la economía no formal.

Con respecto al mundo rural, Ubrich dijo que hemos de replantearnos un nuevo modelo de producción y de formas de relacionarnos para equilibrar la relación entre lo urbano y lo rural, servirse mutiamente, colaborar y ser complementarios.