Noticia10/06/2021

«Salud mental y pandemia»

Charla incluida en la Semana de la Caridad 2021

Las psicólogas Nerea Hernández y Carmen Benito, del Equipo de Promoción de la Autonomía Personal de la Diputación de Salamanca, ofrecieron una charla sobre “Salud mental y pandemia” el tercer día de la Semana de la Caridad de Cáritas Diocesana Ciudad Rodrigo.
Carmen Benito explicó como desde los CEAS de la Diputación les derivan personas con enfermedades mentales y discapacidad, a los que van a visitar a los docimicilios con una frecuencia semanal. Tienen dividida la provincia en dos equipos: el del norte, con tres personas (psicóloga, terapeuta ocupacional y trabajadora social) y el del sur, con cuatro personas (dos trabajadoras sociales y dos psicólogas).
La psicóloga Nerea Hernández comenzó hablando de emociones relacionadas con la pandemia (tristeza, ira, desesperanza, ansiedad, miedo, enfado…) “todo el mundo ha tenido que reinventarse y todo el mundo lo ha pasado mal”. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas, un 6,4% de la población  a lo largo de la pandemia ha acudido a alguna consulta relacionada con la salud mental, y dentro de este tanto por ciento los síntomas que más se están diagnosticando están relacionados con la ansiedad (43,7%) y la depresión (35,5%). La demanda se incrementa, pero no la oferta de servicio de ayuda, aunque sí hubo durante el confinamiento algunas entidades sociales que pusieron de forma voluntaria psicólogos al servicio de la población, como la Universidad de Salamanca.
La atención presencial de las consultas de psiquiatría en el centro de salud y especialidades de Ciudad Rodrigo ha regresado hace poco, después de un año. Carmen Benito explicó que el lado positivo es que la salud mental empieza a salir a la luz, la gente comienza a demandar ayuda. Cuesta reconocer que tienes un problema de salud mental porque siempre ha sido una cuestión que estigmatiza socialmente. Por esta razón, para evitar prejuicios, en el caso de su Equipo son ellas las que se desplazan a los domicilios.

A continuación, se habló de cómo la pandemia ha traído consigo cambios en nuestra actividad diaria, laboral, educativa, social, económica, cultural…. Las psicólogas apuntaron que son fundamentales las rutinas; la falta de sueño o la alteración de horarios, por ejemplo, conlleva cansancio, alteración nerviosa… con secuelas físicas y mentales.
Las claves fundamentales de estas secuelas son el miedo y la soledad, dos factores importantes que influyen en nuestra salud mental. El miedo es una emoción que no es mala porque nos ayuda a muchas veces a sobrevivir, los problemas llegan cuando este miedo nos paraliza o nos impide por ejemplo salir a la calle o relacionarnos con la comunidad. La soledad también ha causado un gran sufrimiento psicológico.
El hecho que gran parte de las consultas fueran telefónicas y no presenciales hizo que muchas personas no se sintieran escuchadas o comprendidas. Cuando se retomaron las visitas, muchos estaban deseando que volvieran y otros tenían ciertos reparos a dejar entrar personas en sus casas por miedo al contagio.

Carmen Benito apuntó que la ratio de profesionales por habitantes es de 9,6 por cada 100.000 habitantes. En la comarca de Ciudad Rodrigo antes había tres psiquiatras y ahora uno. El psicólogo del centro de salud y especialidades pasa consulta una vez a la semana y el psiquiatra dos veces al mes, con lo cual la lista de espera está en unos tres meses, y esto se ha agravado con la pandemia. Ante esta situación, no nos debemos conformar sino pedir ayuda si no nos encontramos bien tanto físicamente como psicológicamente.

A continuación, las ponentes hablaron del síndrome de la fatiga pandémica, caracterizado por la irritabilidad, insomnio, frustración, estrés, miedo, desesperanza, ataques de pánico, depresión, tristeza, … Según la OMS, un 60 % de la población ha tenido alguno de estos síntomas del síndrome de fatiga pandémica.

Saber que te está pasando puede ayudar a sentirte mejor. En el fondo, es algo “normal”, nuestro cuerpo nos envía señales de desgaste normales en la readaptación constante a la que nos hemos visto forzados. Lo alarmante viene cuando estos síntomas se prolongan durante más de seis meses, casi todos los días y nos condiciona nuestra forma de vida; esto puede significar que podemos tener ansiedad, depresión, o estrés. Entonces será recomendable consultar a especialistas.

¿Cómo afrontar estas manifestaciones emocionales? Nerea Hernández explica que debemos observarnos y enfrentarnos a la situación. Muchas situaciones no dependen de nosotros. Debemos hacer un listado o escribir lo positivo o lo bueno que nos ocurre a diario. La relajación y la respiración son fundamentales, así como preocuparse por el presente y no por el pasado o el futuro. El contacto social, compartir experiencias con otras personas, mantener el contacto con los más allegados, disfrutar del tiempo de familia y amigos, mantener una rutina saludable. En definitiva, llenar la vida de cosas que me produzcan satisfacción.

¿En qué consiste una rutina saludable? Dormir bien, acostarse a la misma hora, higiene personal, dieta saludable, ejercicio regular, organizar bien el trabajo y el descanso, hacer cosas que nos gusten, ser amable conmigo y con los demás, observarse, autoexigencia en su justa medida y sentido del humor, fundamental.
Si no ponemos nosotros en valor nuestra salud mental, nadie lo va a hacer por nosotros.