Hola, soy Fernando, voluntario de cooperación internacional en Cáritas Diocesana de Cuenca.
Para mí ser voluntario en la cooperación fraterna con la República del Congo viene a completar mi experiencia vital. Supone salir lejos de lo que conozco, controlo y me influye directamente, para dejarme sorprender y enriquecer por lo que está lejos, por la diferencia, por lo distinto, pero a la vez complementario. Me descubre así otras realidades de nuestro mundo, que sin embargo están enlazadas por lo esencialmente humano (la familia, la amistad, el trabajo diario, la celebración, la dificultad, la fiesta, el duelo…). Es salir de lo conocido y amado, en busca de lo desconocido, para amarlo y alegrarme con su diversidad y belleza.
Desde hace unos años colaboro haciendo traducción y seguimiento de algunos proyectos, manteniendo una comunicación continuada con los agentes de la Cáritas Diocesana de Kinkala, y ayudando cuando viene algún hermano de Congo a compartir unos días con nosotros.
La cooperación fraterna me ha proporcionado muchas alegrías, de esas hondas que transforman el corazón. Allí en la República de Congo tengo ya abuelos y abuelas, papá y mamá, hermanos, sobrinos y amigos… un tesoro, un regalo de Dios.
Fernando García, voluntario de Cooperación Internacional de Cáritas Diocesana de Cuenca