«Estamos empezando de nuevo, como si volviéramos a ser jóvenes»

Encarnación Palma, a la que todos llaman Nena, tiene 88 años y es pieza imprescindible de Artesaneando, una de las líneas del programa de mayores de Cáritas en la Diócesis, que se centra en la dinamización de las personas de edad en la zona rural, concretamente en Cuartillos.

Cuando le preguntan cuanto tiempo lleva en Cáritas, se sonríe porque “ni me acuerdo, pueden ser ya 17 ó 18 años. Empecé en un grupo de mujeres, pero después nació este y yo me apunto a todo”. Como veterana, está “encantada” porque “debe ser que, porque soy la mayor de todos mis compañeros, me respetan, siento que aporto y a veces me preguntan por todos los años que llevo en el taller, por mi experiencia” y añade que “lo pasamos muy bien, tenemos una unión muy especial entre todos y disfrutamos mucho”.

Este grupo está formado por 25 personas mayores que se dedican a realizar labores de artesanía, entre ellas de costura y cestería. Se busca que estos grupos de personas de edad avanzada se incorporen como agentes activos al desarrollo de la comarca, aportando sus conocimientos y cultura sobre la misma, y transmitiéndolos a otros sectores de población como pueden ser la infancia y juventud.  “Hacemos muchas cosas, hemos hecho un árbol de navidad entre todas, de aplicaciones de lana realizadas con crochet, lo disfrutamos mucho. También cestas, ganchillo, pintura, mantelería, platos pintados… lo pasamos muy bien con los trabajos manuales, estamos todos muy contentos y aprendemos unos de otros” añade Nena.  

“Parece mentira que siendo tan mayores podamos hacer tantas cosas, estamos empezando de nuevo, como si volviéramos a ser jóvenes” explica Nena sobre las actividades que realizan y añade que “cada vez viene más gente joven y les animamos a que lo hagan, a que tengan ganas”. Se refiere a la iniciativa enfocada al intercambio intergeneracional que se denomina “Compartiendo Saberes Populares” cuyo objetivo principal es establecer lazos entre estos grupos de mayores y niños y niñas de la zona, así como con el equipo de Cáritas Joven de Diocesana.  Se busca visibilizar cómo la sabiduría y las experiencias populares que vivieron en épocas pasadas tienen un gran valor y además incorporar a las personas mayores como grupo activo de nuestra sociedad. De hecho, Nena explica que “sentimos que la familia, el pueblo, el barrio… nos respeta como personas mayores y es importante que aprendan de nosotros porque nos ha costado mucho llegar a donde estamos ahora, hemos pasado muchísimo en nuestra juventud…”.