01/10/2024

«He vivido dos vidas, fue muy difícil pero ahora cada día soy más feliz»

Carmen, con un difícil testimonio de infravivienda, ahora vive en una de las viviendas semituteladas que tiene Cáritas en la Diócesis y siente que "son una familia".

Carmen Andrada Vázquez ha vivido dos vidas. Y lo más importante es que en la de ahora se siente muy feliz. Con 66 años, lleva siete años viviendo en una de las viviendas semituteladas con las que cuenta el programa de mayores de Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez y que son propiedad de la Fundación Jerezana de la Santa Caridad. Esta línea de intervención se desarrolla en la zona urbana de Jerez de la Frontera, concretamente en el centro y su entorno más próximo, centrada en el acompañamiento a mujeres mayores autónomas que residen solas. Las personas que acceden a estas viviendas son derivadas desde las Cáritas parroquiales tras una valoración previa de su situación. 

“En mi antigua casa pasé mucho sufrimiento… porque al morir mi tío me quedé muy solita, tenía la ayuda de mi hermano y mi cuñada, pero no sabía donde iba a terminar, no tenía nada…”. Carmen, con una discapacidad auditiva que agravaba su situación de desamparo, acudió a la Cáritas parroquial de Madre de Dios, en Jerez, superando sus propias limitaciones porque, tras perder los ingresos que tenía, necesitaba una mano tendida, una solución a su grave problema de infravivienda. “En la casa tan grande en la que vivía antes me veía sola, los días que llovía mucho me caía agua por la lámpara, por las paredes… tenía que quitar el automático y dormir con una linterna. Tenía cubos por todas partes… rebosaba el agua, me ponía botas y una toalla y quitaba la tapa de la alcantarilla yo sola para que corriera el agua. Así no se podía vivir y sufro de vértigos y mareos por eso…”.

Sin embargo, su vida cambió. “Ahora estoy feliz, me traje todos mis recuerdos a este piso que me ofreció Cáritas y cada día más contenta, me llevo muy bien con todos, hacemos muchas salidas y hemos disfrutado del verano”. Y es que esta línea de intervención con mayores tiene, entre sus objetivos, promover su participación en actividades lúdicas y recreativas que se desarrollen en su entorno, así como potenciar relaciones sociales y lazos de unión entre las personas que residen en las viviendas, y con el voluntariado, que son pieza fundamental en este programa como sostén y apoyo de las personas participantes. 

Carmen explica, entre risas que no puede contener, que “en la convivencia aporto que soy muy cariñosa con todos, si puedo le hago los recados a los demás…con las compañeras, me llevo como si fuéramos familia, hay mucha unión” y añade que “yo siempre le digo a las personas que lo necesitan, que acudan a Cáritas, a su parroquia, que les pueden ayudar como a mí, porque a veces resulta difícil pedirlo, pero a mí me ha cambiado la vida”.