28/10/2022

He encontrado una familia que me está enseñando a caminar

David Barrena, participante del Centro de Día "El Salvador", comparte su testimonio.

Me llamo David, soy de Jerez, tengo 41 años y soy padre de 5 hijos. Desde que llegué al Centro de Día “El Salvador” ha cambiado mi vida.

He dejado atrás el mundo de las drogas, del alcohol, gracias al apoyo de mis educadores, Ana y Paco. He estado en varios centros y no lo conseguía, creo que ahora ha sido posible gracias al apoyo de las personas que están en el Centro, a los educadores, voluntarios y compañeros. Son el apoyo familiar que no tenía y ahora sí tengo. Además, ver a mis hijos, me da fuerza para seguir estando bien, ellos son los que le dan sentido a mi vida.

El lema de la campaña de este año, “FUERA DE COBERTURA”, lo utilizo para preguntarnos a todos: ¿Podríamos vivir sin conexión en una sociedad hiperconectada? Me he sentido fuera de cobertura, he perdido mis posibilidades, al igual que muchos compañeros y compañeras, que se han visto en la calle igual que yo.

Solicité el Ingreso Mínimo Vital hace 10 meses y aún sigo sin respuesta. Tras varias citas telefónica, me informaron de que, para los trámites, necesitaba un móvil de última generación.  Sin recursos para poder comprarlo me quedé sin cita y aún hoy sigo sin respuesta.

Las ayudas que me ofrecen son muy bajas…  ¿Quién come con 2€ al día con el precio tan caro de los alimentos? Y con una duración de 6 meses, ¿Qué haces el resto del año para poder comer?

Necesitaba ser atendido de urgencia por problemas graves de salud mental y no me daban cita. Gracias a la gestión en el Centro de Día, ahora estoy con un seguimiento y sin necesitad de tomar ningún tratamiento.

También me han dado la oportunidad de ser la persona responsable de las tareas del Centro y llevar la supervisión de las tareas de mis compañeros, llevo ya tres meses de responsable. Además, hoy en día me han dado la oportunidad de trabajar y mi jefe me ha felicitado por el trabajo que hago.

Uno de mis objetivos es poder alquilarme una vivienda junto a mi pareja, los precios están en unos 500€, son viviendas pequeñas, algunas están en mal estado. Con estos precios tan elevados es mucho más difícil poder vivir dignamente y poder volver a formar una familia junto a mis hijos.

Creemos que es necesario cambiar la mirada hacia las personas que están en la calle o sin hogar, no mirarlas por encima del hombro, somos personas y nadie quiere estar en la calle. Os digo que la mayoría de las personas que están así tiene un gran corazón que no le cebe en el pecho. Las circunstancias de la vida que nos ha tocado vivir son las que nos ha llevado a vernos fuera de cobertura.

Hoy sé que no estoy solo, me siento apoyado para conseguir mis objetivos. El Centro de Día “El Salvador” es ahora mi casa, he encontrado una familia que me está enseñando a caminar. He encontrado unos compañeros que son para mí como hermanos, que me enseñan con su lucha, fuerza y tesón diario a tener motivación para salir de la calle.

Os pido una mirada diferente, sin miedos, sin juicios, desde el corazón ya que somos todos personas.