Noticia24/03/2025

María Luisa Berzosa reflexiona sobre la importancia de la acogida, la escucha y el acompañamiento para generar esperanza

En su ponencia ha dado claves sobre “¿Cómo reorientar el corazón hacia la esperanza?”.

Cáritas Diocesana ha celebrado hoy la segunda jornada de su décimosexta edición de la Semana de la Pobreza y Exclusión. Diego Vidal Ros, delegado episcopal de Cáritas Diocesana junto a Cristobal Mora Pérez, responsable de formación y voluntariado de la entidad, han presentado a la ponente de la tarde, María Luisa Berzosa González.

En su intervención ha afirmado que la acogida y la escucha son dos actitudes «que nos hacen ser personas de esperanza y contagiar esperanza». En cuanto a la primera, ha explicado que «la acogida despierta esperanza porque acoger a una persona es facilitar que haya posibilidad de futuro, de que crezca» y de ahí la importancia de «la acogida inclusiva a las personas, no excluyendo por el país, el idioma, el color de piel… porque la persona es la persona, como imagen de Dios y, por lo tanto, aceptamos esa acogida universal, incondicional».

Asimismo, en relación a la escucha, ha puesto en valor la necesidad de la persona de «sentirse escuchada porque al escucharla se libera de esa carga, al ponerle nombre a lo que sentimos, eso nos libera, nos ayuda a crecer y también alivia los miedos, las incertidumbres». Y entre estas actitudes generadoras de esperanza, ha añadido la importancia del acompañamiento para «hacernos cargo también de esa persona que escucho, si tiene heridas, si busca alivio y así detectar qué pasa en nuestros hermanos y hermanas y ayudarnos mutuamente a salir del negativismo” ya que «una persona que se siente escuchada y acogida es un signo de esperanza». 

A continuación, ha profundizado en la esperanza cristiana, en la que «tiene un fundamento en la Biblia, en la palabra de Dios, en nuestra fe, que nos hace vivir esperanzados a pesar de las dificultades”. También ha explicado que «no hay cabida para el lamento, pero sí para la confianza en que el Señor va caminando con su pueblo, que allí donde alguien sufre, Él está y es manos, es pies, es atención…». 

Finalmente, ha insistido en que la esperanza debe ser activa y que, «ante la visión real de la situación, mirar con esperanza no ignora la realidad, sino que se hace con responsabilidad y se concretan caminos posibles para generarla». También ha añadido en cuanto a esa mirada esperanzadora que es paciencia y también «es transformación, que empuja a un cambio interior, que sale de dentro, que desestabiliza, la conversión del corazón de la que hablamos tanto en Cuaresma». 

Mañana, miércoles 26 de marzo, cerrará este ciclo Ana Abril Fernández, coordinadora de incidencia política de Cáritas Española con su ponencia sobre “Cáritas, compromiso hacia la Esperanza”.