#LaCaridadNoCierra #CadaGestoCuenta
Localiza a tus vecinos/as y en especial a las personas mayores y ofréceles ayuda para hacer la compra, recoger medicinas en la farmacia, una charla de ventana.
Cuando salgas a la calle por los motivos justificados que indica el estado de alarma, mantén la distancia de seguridad, pero sonríe a las personas a las que te encuentras, mira a la cara y saluda, aunque sea con un gesto de cabeza. ¡Así podrás contagiar sonrisas que tanta falta nos hacen!
Sal a tu ventana o a tu balcón, no sólo a aplaudir. Piensa en la incertidumbre, la ansiedad y el miedo que los demás pueden sentir igual que tú. Ponte en su lugar.
Organízate bien y trata de salir a hacer la compra lo menos posible. Mejor, quédate en casa y piensa que cuanto menos salgas a la calle, más reduces las posibilidades de contagio.
Tal vez en su barrio ya se ha organizado alguna red vecinal de apoyo mutuo. Tal vez tú también puedes sumar con tu talento o habilidad. Reconstruir la vida de la comunidad es esencial.
Si no eres población de riesgo y no tienes síntomas, ofrécete como voluntario/a en los recursos que siguen abiertos para apoyar a las personas más vulnerables (sin hogar, alimentación familias sin recursos…).
Comparte tu wifi y tus recursos tecnológicos con personas cercanas a ti para que puedan hacer videollamadas y conectarse con sus familias. A ti también te gustaría que otras personas pensaran en lo que tú necesitas.
Consume en el pequeño negocio de tu barrio o a través de los grupos de consumo organizados, así podrás ayudar al sostenimiento económico de todos.
Muchas personas se quedan aisladas sin posibilidad de comunicarse, de ser cuidadas: personas mayores, con problemas de salud mental, ansiedad, miedo e incertidumbre. Puedes estar atenta a ellas y ver cómo echar una mano.
El aislamiento y el silencio de las calles pueden convertirse en una fuente de transformación interior y de comunión con el resto de la humanidad. Aprovecha para cuidar la vida interior y buscar espacios de encuentro virtual con otros a través de la oración, la celebración de la Eucaristía, los círculos de silencio y la reflexión.
¿Tienes alguna propiedad o local de negocio en alquiler? Tal vez ya tienes dificultades para percibir la renta mensual. ¿Has preguntado a la parte arrendataria cómo está viviendo esta crisis? ¿Se ha quedado sin empleo, ha sufrido un ERTE, es víctima de la enfermedad? Ponte en su lugar. Estos tiempos son muy difíciles para todos y requieren entendimiento: facilitar pagos aplazados o establecer moratorias sin cargos son posibles soluciones.
Cuida a las personas Empleadas de Hogar, como ellas cuidan de tu casa y de tus seres queridos. Si no continua trabajando haz una suspensión de contrato manteniendo su alta en la Seguridad social y, si puedes, su salario, incluso las que trabajan “por horas”. Si no queda otra opción y despides, tienes que darle la indemnización en metálico en ese momento, cumplir con el preaviso previsto en la Ley y tramitar su baja en la Seguridad Social. Si continua trabajando, facilítale el material preventivo .
Garantiza las medidas necesarias de seguridad para aquellos/as trabajadores/as que continúan en activo.
Pon en marcha iniciativas de teletrabajo dentro de tu empresa y facilita que se pueda conciliar la vida personal y familiar.
Si la actividad de tu empresa te lo permite, adapta la oferta de productos y servicios a las necesidades actuales: entregas a domicilio para personas mayores o dependientes, catering para personas mayores que viven solas, fabricación de material de protección (mascarillas, guantes). Es el momento de sumar.
Si tu empresa está en situación de hacerlo, pon a disposición de las organizaciones sociales tus recursos (económicos, materiales, logística, maquinaria, alimentos…) para que podamos seguir atendiendo las necesidades básicas de las personas más vulnerables.
Pensemos, no solo en el corto plazo, sino también a medio y largo plazo. Pon en marcha un plan de recuperación para el después, contando, en la medida de lo posible, con la mayor cantidad de plantilla.
Si tu empresa comercializa luz, gas, agua…tu papel en esta crisis es crucial. No procedáis a ningún corte de luz por impago en el recibo, fraccionad y/o aplazad los pagos sin coste a los clientes que lo soliciten con el fin de aliviarles el impacto de esta crisis.