Círculos del silencio: ¿de dónde surge esta acción?
Los círculos de silencio se iniciaron en Francia por los franciscanos de Toulouse a finales del año 2007. Se reúnen allí unas 10.000 personas, creyentes y no creyentes, en más de 120 ciudades un día al mes y en una hora concreta, para, en silencio, tomar conciencia, interiorizar y ser un elemento de interpelación a la sociedad sobre las situaciones de extrema gravedad que estamos viviendo.
Donde ya se están llevando a cabo los círculos de silencio participan personas de diversas ideologías y creencias, que se sienten llamadas a proclamar la necesidad de un mundo mejor, desde el silencio compartido, sin rencor, sin señalar culpables, tomando juntos conciencia de que es responsabilidad de todos sacar adelante esta humanidad herida.
¿En qué consiste?
Es un tiempo de silencio de 15 minutos, para detenerse, escuchar, reflexionar, rezar…, según la sensibilidad que cada uno tenga y que culmina con la lectura de un manifiesto.
Este acto está fundamentado en:
El silencio como un tiempo para detenerse, para quedarse inmóvil, para escucharse profundamente …
El silencio como un modo de acción que une a las personas, que fácilmente seriamos divididas por las palabras, las ideologías o las creencias.
El silencio en razón de la gravedad de la situación, como un clamor sin rencor, que surge del grito profundo de la humanidad herida, y de la esperanza en la fuente de riqueza que existe en lo más profundo de los seres humanos.
El silencio, más allá de la acción, como experiencia personal vivida en grupo. Que convoca y está al alcance de todas las personas de buena voluntad.