UNA LLAMADA A LA PAZ EN MEDIO DE LA ESCALADA DE VIOLENCIA EN TIERRA SANTA
Manifiesto de Cáritas Jerusalén con motivo del primer año desde el inicio del conflicto
En el Evangelio de Lucas, los discípulos despertaron a Jesús con miedo, gritando mientras enfrentaban una violenta tormenta. Jesús reprendió a los vientos y a las olas, trayendo calma al caos. Luego preguntó: «¿Dónde está tu fe?» Asombrados, los discípulos preguntaron: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y las aguas le obedecen?» (Lucas 8:24-25)
Hoy, nos encontramos en una tormenta diferente, donde la escalada de violencia continua en la Tierra Santa. Los bombardeos de Israel a lo largo de la franja de Gaza continúan, con devastadoras consecuencias. Desde octubre 2023, más de 1540 israelíes y extranjeros han perdido la vida, más de 2270 soldados han resultado heridos. En Gaza, las muertes superan los 41.000, con más de 95.000 heridos. En Cisjordania, casi 700 han muerto y hay 6000 heridos.
“Han pasado meses desde el inicio de esta terrible guerra. El sufrimiento causado por el conflicto y la consternación ante lo que ocurre, no cesan, sino que parecen estar alimentados una y otra vez por el odio, el resentimiento y el desprecio, que solo intensifican la violencia y apartan cualquier posibilidad de solución. De hecho, se incrementan las dificultades para vislumbrar una solución al conflicto, cuyo impacto en la vida de las personas es mayor y más doloroso que antes. Crece también la dificultad de encontrar personas e instituciones con quien establecer un dialogo sobre el futuro y relaciones pacíficas. Todos parecemos estar atrapados en este presente, que se caracteriza por tanta violencia y ciertamente, ira.” H.B. Cardenal Pierbattista Pizzaballa
Lloramos la pérdida de vidas, incluidas las de 250 trabajadores humanitarios, dos de ellos eran nuestros colegas en Cáritas Jerusalén. El sufrimiento de nuestra comunidad es palpable, los padres suplican por sus hijos desnutridos, los gritos desesperados de los gazatíes pidiendo el fin de la guerra, y la presencia abrumadora de la muerte en Gaza. En Cisjordania, los padres de familia luchan por las necesidades más básicas – comida, salud, escuela-.
Entre tanto sufrimiento, mantenemos nuestro compromiso con la misión de paz y esperanza. Continuamos pidiendo un cese el fuego inmediato, la apertura de corredores humanitarios, la protección de civiles y trabajadores humanitarios, la liberación de los prisioneros palestinos y de los rehenes israelíes.
La comunidad de Tierra Santa implora a la comunidad internacional intervenir con urgencia para detener esta guerra brutal e iniciar un proceso de sanación. Tal como el otoño trae hojas amarillas, se avecina un duro invierno que amenaza con aumentar el sufrimiento. También, sabemos que la primavera trae esperanza. Nuestra fe nos asegura que llega una nueva primavera, dándonos fuerza para continuar nuestra misión. Como cristianos, puede ser difícil saber cómo responder a tanto dolor e ira. Pero, como los discípulos que fueron testigos del poder de Cristo sobre la tormenta, nos mantenemos en la fe, creyendo que la paz prevalecerá sobre la oscuridad.
Jerusalén, a 27 septiembre, 2024