Reseña
La religión sustitutoria predominante en Occidente es la consumista: el corazón humano está más pendiente de cómo disfrutar y sacarle más jugo a las cosas, de cómo tener más, que de las preguntas y razones vitales. Y este tipo de religiosidad no es ninguna broma, pues millones de personas estamos totalmente atrapados en ella. También los cristianos estamos muy contaminados, porque hemos entrado en el juego de tener, consumir, que son elementos que vacían al cristianismo