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Objetivo de Desarrollo del Milenio 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre

El primer objetivo de Desarrollo del Milenio propone erradicar la pobreza extrema y el hambre, y su meta 1, reducir a la mitad el número de personas que sufren hambre y pobreza extrema entre 1990 y 2015.

 

 

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Reseña

El primer objetivo de Desarrollo del Milenio propone erradicar la pobreza extrema y el hambre, y su meta 1, reducir a la mitad el número de personas que sufren hambre y pobreza extrema entre 1990 y 2015.

Este objetivo 1 recoge el tomado en la Cumbre de Roma de 1996, cuando se contabilizaban 400 millones de personas hambrientas en el mundo. En aquel momento, comprometerse a reducir a la mitad no parecía tan difícil. Sin embargo, según la FAO, en 2005 había 848 millones y en 2007 eran ya 923. Pero en 2008, la crisis de los precios de los productos alimentarios agrava la situación del hambre, llegando a sumar hasta 1.200 millones de personas.

En un mundo en el que se producen alimentos para el doble de personas que lo habitan, casi 1.000 millones de personas pasan hambre –una de cada seis- y casi 2.000 millones sufren desnutrición. De estos, el 75% (tres de cada cuatro), ganan menos de un dólar al día, no tienen acceso a los recursos necesarios para producir los alimentos que necesitan para llevar una vida plena y digna. Para reivindicar esta injusta situación, el 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación.

El hambre condiciona la vida actual y futura de las generaciones: el retraso del crecimiento de los niños y niñas, las enfermedades crónicas y millones de muertes, la explotación sexual y laboral, y las guerras, entre otras muchas tragedias, son causa y consecuencia del hambre de los más pobres, quienes, precisamente, no tienen fuerzas para reclamar sus derechos.

Este documento analiza dos casos relacionados con la pobreza extrema y el hambre que sufren Etiopía e India: en el primero, la lucha contra el hambre se realiza en un entorno hostil; y en el segundo la pobreza extrema se sitúa en una economía emergente.

El trabajo de Cáritas Española en Etiopía es reforzar las capacidades de la Iglesia local para luchar contra la pobreza y el hambre. Concretamente, en la diócesis de Meki, en la zona de Shashemene, Cáritas Española financia un proyecto de seguridad alimentaria y desarrollo rural. Por otro lado, en India, los protagonistas son los intocables, los “descastados”, los sectores históricamente excluidos del orden social por ser considerados “impuros”. Se realiza el trabajo a nivel local fomentando y apoyando la representatividad de todos los grupos de las comunidades.