‘Caminante, no hay camino’
El viernes 31 de diciembre fue el último día de Francisco Sierra, ‘Fran’ en la casa, como secretario general de Cáritas Diocesana de Santander.
Muchos fueron los que se acercaron para agradecerle su labor al frente de la entidad durante todos estos años, que no han sido pocos: casi 14.
No es que se vaya lejos, porque en realidad seguirá trabajando dentro de Cáritas, en un nuevo departamento destinado a la inserción laboral cuyas dependencias están en el mismo edificio de Rualasal, pero si es cierto que se cierra una etapa y es justo reconocer el trabajo de quien ha dedicado tanto tiempo, tanto esfuerzo y tanta ilusión desde la Secretaría General.
Sonsoles López, nuestra directora, se despedía en el grupo de whatsapp con estas palabras: “un beso enorme, Fran. Catorce años secretario general de Cáritas Diocesna de Santander….GRACIAS de tantos y tantos corazones. Seguimos ‘trabajando por la justicia’. Juntos y juntas es más fácil.
Y como regalo, le enviaba el poema ‘Caminante, no hay camino’, de Antonio Machado, que suena así en la voz de Serrat.
Todo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar
Pasar haciendo caminos
Caminos sobre la mar
Nunca perseguí la gloria
Ni dejar en la memoria
De los hombres mi canción
Yo amo los mundos sutiles
Ingrávidos y gentiles
Como pompas de jabón
Me gusta verlos pintarse de sol y grana
Volar bajo el cielo azul
Temblar súbitamente y quebrarse
Nunca perseguí la gloria
Caminante son tus huellas el camino y nada más
Caminante, no hay camino se hace camino al andar
Al andar se hace camino
Y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca
Se ha de volver a pisar
Caminante no hay camino sino estelas en la mar
Hace algún tiempo en ese lugar
Donde hoy los bosques se visten de espinos
Se oyó la voz de un poeta gritar
Caminante no hay camino, se hace camino al andar
Golpe a golpe, verso a verso
Murió el poeta lejos del hogar
Le cubre el polvo de un país vecino
Al alejarse, le vieron llorar
«Caminante, no hay camino, se hace camino al andar»
Golpe a golpe, verso a verso
Cuando el jilguero no puede cantar
Cuando el poeta es un peregrino
Cuando de nada nos sirve rezar
Caminante no hay camino, se hace camino al andar
Golpe a golpe, verso a verso