Música que suena a solidaridad y a sentimiento de ser más pueblo

Siempre he pensado que la música es un instrumento de paz.

Y este fin de semana no pude hacer otra cosa que reafirmarme en este pensamiento.

La música nos hermana, nos hace sentirnos más pueblo, que es un lema de Cáritas que nos encanta.

El sábado 9 de abril, en la iglesia de Los Franciscanos, sentí que todos somos más pueblo y que la música es capaz de acercarnos a todas las personas que están sufriendo las consecuencias de esta guerra cruel.

Quiero dar las gracias a todos los coros que se han sumado a esta iniciativa. Halane, Halane Junior, Coro Joven de Santander y Academia Coral Ciudad de Santander. A su director, César Marañón, a la pianista, Raquel Peris, a la parroquia de Santa María de los Ángeles y a sus párrocos que nos ha cedido esta iglesia y al Ayuntamiento de Santander que ha coordinado todo.

Cáritas está presente en Ucrania desde hace 12 años y también en los países que hacen frontera, por lo que estamos atendiendo allí cada día a miles de personas que huyen de su país y necesitan prácticamente de todo para poder seguir con sus vidas. El dinero que se recaudó gracias a ese concierto solidario servirá para seguir trabajando en esta línea.

Pero siento que, para Cáritas, más allá del dinero, es fundamental que surjan iniciativas así porque eso demuestra nuestro lema del día de la caridad:  Somos más pueblo y a todos se nos encoge el corazón al ver tanto sufrimiento entre nuestros vecinos. No permanecemos indiferentes, sino que sentimos su dolor y tratamos de hacer llegar nuestra solidaridad con iniciativas como el fantástico concierto de los Franciscanos en donde se unieron tantas voces pidiendo la paz.

Como directora de Cáritas Diocesana solo puedo dar las gracias a todos los que se sumaron a esta iniciativa que tan hondo nos llegó. 

Seguiremos luchando por un mundo más justo y seguiremos rezando por la paz en el mundo.