Un nuevo destino para hilos y máquinas que tejen vidas
Hacia Togo embarcarán finalmente todos los materiales que durante 25 años se utilizaron en el taller de costura vinculado al proyecto ‘Anjana’ de Cáritas Diocesana de Santander.
La evolución del modelo de atención que Cáritas ofrece a la mujer, centrado en potenciar las capacidades de las participantes y sus familias y tratar de favorecer la superación de sus dificultades, llevó al cierre del taller de costura. Desde el año 2020, las máquinas de coser, las telas, los hilos y otros elementos permanecían almacenados, así que, tras valorar distintas opciones, Cáritas se lo ha entregado a las Religiosas Adoratrices.
El material llegará hasta Lomé y Cinkassé, en Togo, donde la congregación tiene en marcha proyectos de promoción de la mujer y procesos de empoderamiento de las adolescentes con el objetivo de poder afrontar una vida libre de violencia y explotación.
Son trece máquinas industriales de costura, entre ellas dos remalladoras, una máquina para ojales o una prensa para remaches; telas con diferentes anchos y tejidos; hilo de uso industrial; herramientas para el mantenimiento de las máquinas y un compresor para su limpieza; botones, cremalleras, hombreras, lanas, agujas, ganchos, dedales…
EL ORIGEN
En torno a esos materiales, durante 25 años, Cáritas Diocesana de Santander tuvo en marcha un taller en el que mujeres en contexto de prostitución encontraron un lugar seguro en el que aprender un oficio, conversar y encontrar apoyo.
A lo largo de todo este tiempo, el modelo de atención ha evolucionado y actualmente Cáritas Diocesana de Santander acompaña a mujeres en situación de vulnerabilidad y/o riesgo de exclusión a través de dos programas: Anjana y Madeleine, este último centrado en mujeres en situación de prostitución y trata.
Para ello, se establece una atención integral basada en las necesidades y capacidades de cada una de las mujeres, así como en como en sus objetivos y metas. Y siempre es la mujer que acude a Cáritas quien determina su proceso, para lo que cuenta con el apoyo de profesionales y personas voluntarias vinculadas a la entidad.
Se trabaja de manera integral y se realizan actividades grupales que permiten establecer redes entre ellas al tiempo que se trabaja de manera específica y transversal muchos aspectos necesarios para el empoderamiento personal.
EL DESTINO
La Congregación de Religiosas Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad se fundó en 1856 por Santa María Micaela, para responder a una necesidad urgente de su tiempo: liberar a la mujer oprimida por la prostitución.
Su trabajo se centra en el desarrollo de programas de intervención con mujeres excluidas por la trata, la prostitución, la violencia en el ámbito de la pareja, así como en otras problemáticas sociales que han ido surgiendo a lo largo de los años.
Dado que el origen del taller de costura era similar al trabajo que realizan las Adoratrices, desde Cáritas se decidió dar cierta continuidad al uso de todos estos materiales en un contexto similar. Eso sí, a 3.500 kilómetros de distancia.
En Togo, las Adoratrices están presentes en dos ciudades Cinkassé (frontera con Burkina Faso) y en Lome (Capital del país), con proyectos de apoyo a niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres.
Y es en esas comunidades donde el material entregado por Cáritas va a facilitar la formación y el acceso a un futuro digno a niñas y jóvenes que, de otra manera, no tendrían más opciones que pasar su vida yendo y viniendo en busca de agua para subsistir en unas condiciones precarias y en riesgo constante de violencia y explotación.