Promover el desarrollo integral de las personas y los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos.
Instituida en 1963, Cáritas Diocesana de Teruel y Albarracín tiene por objeto la realización de la acción caritativa y social de la Iglesia en las 255 parroquias que conforman nuestra diócesis, coordinar e instrumentar la comunicación cristiana de bienes en todas sus formas y ayudar a la promoción humana y al desarrollo integral de todas las personas.
Conoce más sobre nuestros fines, constitución y organización
Promover el desarrollo integral de las personas y los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos.
Promover el desarrollo integral de las personas y los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos.
Ser testimonio del amor de Dios y de la fraternidad de la comunidad cristiana con todas las personas, en especial con las más empobrecidas y excluidas, optando por una sociedad más solidaria, justa y participativa. Desde el compromiso para:
Caridad
Es el fundamento de nuestra identidad y servicio, fuente inspiradora de nuestros valores.
Centralidad de la persona
La persona es el centro de nuestra acción. Defendemos su dignidad, reconocemos sus capacidades, impulsamos sus potencialidades y promovemos su integración y desarrollo.
Verdad
La búsqueda de la verdad sobre el hombre y el mundo a la luz de la fe, fundamento y sentido de nuestro actuar.
Justicia
Trabajamos por la justicia y la transformación de las estructuras injustas como exigencia del reconocimiento de la dignidad de la persona y de sus derechos.
Participación
Somos una organización abierta a la participación de nuestros agentes y de los destinatarios de nuestra acción social. Trabajamos en equipo favoreciendo la integración de los que formamos Cáritas.
Solidaridad
Nos caracterizan nuestro sentimiento de unión a los que sufren y nuestra convicción de igualdad y justicia. Promovemos la solidaridad que nos lleva a buscar el bien común y a trabajar por una comunidad inclusiva, que valora las diferencias como patrimonio común y enriquecedor.
Austeridad
Desde nuestro estilo de vida, ponemos nuestra voluntad en la utilización ética y coherente de los recursos.
Espíritu de mejora
Desarrollamos nuestra actividad buscando permanentemente mejorar y aplicar ideas innovadoras, siempre en beneficio de la persona, la comunidad y la sociedad en su conjunto.
Transparencia
Compartimos una cultura institucional basada en la ética y en la apertura de la información hacia todos los interesados en nuestra labor.
Ser testimonio del amor de Dios y de la fraternidad de la comunidad cristiana con todas las personas, en especial con las más empobrecidas y excluidas, optando por una sociedad más solidaria, justa y participativa. Desde el compromiso para:
Que la acción de Cáritas sea significativa en el desarrollo humano integral de los últimos y en la promoción de una sociedad inclusiva.
Ser referentes de solidaridad con los países más empobrecidos y el cuidado de la casa común.
La denuncia de las causas de la pobreza y exclusión, y la promoción de los derechos sociales.
Alcanzar una participación efectiva de la Comunidad Cristiana en la actividad de Cáritas.
La promoción de la economía social y solidaria, como signo de un nuevo modelo económico más justo.
Nuestro modelo de acción opta por un método centrado en el acompañamiento a los procesos de crecimiento de las personas y de las comunidades, lo cual centra la atención en los «caminos» más que en las «metas».
Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores evangélicos. Todas ellas deben ser «significativas», no se pueden agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones instrumentales dejando traslucir procesos de personalización, humanización y liberación.
Cuando Cáritas actúa no es ella quien lo hace, sino la Iglesia en su conjunto. Nuestro modelo opta porque nuestra acción sea cauce para el desarrollo del compromiso de toda la Iglesia con los pobres.
Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus estructuras. Así, la acción social de Cáritas opta por la transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia profética.
Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores evangélicos. Todas ellas deben ser «significativas», no se pueden agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones instrumentales dejando traslucir procesos de personalización, humanización y liberación.
Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus estructuras. Así, la acción social de Cáritas opta por la transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia profética.
Cáritas Teruel y Albarracín está formada por:
El Obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín ejerce la dirección jerárquica de Cáritas. Le corresponde, entre otras atribuciones, establecer los criterios y normas de acción para el buen funcionamiento de la Cáritas; presidir la Asamblea y plenos del Consejo Diocesano; ratificar sus acuerdos y nombrar al Equipo Directivo (Delegado Episcopal, Director, Secretaría).
Diseño Organizativo de Caritas Diocesana de Teruel y Albarracín
Presidida por el Obispo de la Diócesis, es el máximo órgano de expresión de Cáritas y en ella pueden participar todos sus socios, voluntarios y trabajadores. Sus funciones incluyen las de promover el cumplimiento de los fines de Cáritas -para lo que fija los objetivos, programas y acciones de la misma-, así como hacer seguimiento de los fines marcados. La Asamblea se reúne con carácter ordinario una vez cada tres años.
El Consejo Diocesano es el órgano superior de gobierno de la Asamblea Diocesana. Sus miembros son nombrados por el Obispo y tiene como principales funciones proponer a la Asamblea Diocesana los criterios generales de los programas y presupuestos a desarrollar por la entidad y mantener y promover las relaciones necesarias para la coordinación con los organismos y entidades tanto públicas como privadas. El consejo se reúne, de forma ordinaria, cuatro veces al año.
La Comisión Permanente está compuesta por ocho miembros representativos de los diferentes órganos de gobierno y agentes de Cáritas (voluntarios, trabajadores, etc.), sus funciones principales son resolver los asuntos ordinarios y urgentes de la entidad, así como tomar decisiones al respecto de cuestiones que afectan a su desarrollo en materia de coordinación interna, funcionamiento, promoción de objetivos, etc. La Comisión Permanente se reúne mensualmente.
Ignacio Hernández Lainez
Tiene la misión de representar al Prelado ante la Asamblea, el Consejo Diocesano, la Comisión Permanente y las Caritas Parroquiales. Ejerce las funciones encomendadas por el Obispo, en particular las de: animar la caridad en la Iglesia Diocesana en coherencia con la Doctrina Social de la Iglesia y velar por que la identidad de Cáritas, como órgano oficial de la Iglesia, no quede ensombrecida en el desarrollo de sus actividades. Como sacerdote atiende a las personas de la institución y cuida de las oraciones y celebraciones litúrgicas en Cáritas Diocesana de Teruel y Albarracín.
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Antonio Hernández Torres
Tiene las funciones de convocar y dirigir las reuniones de la Asamblea, el Consejo y la Comisión Permanente; velar por el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en los órganos de gobierno de Cáritas; implementar mediante los medios y recursos de la entidad los programas aprobados por la Asamblea y el Consejo, promover la coordinación entre los agentes de Cáritas e informar tanto al Obispo como al resto de órganos de gobierno de la entidad, entre otras funciones.
Loles Esteban Garzarán
La Secretaria General, asesorada por la Comisión Permanente, ejecuta las tareas confiadas por la Comisión Episcopal, Asamblea y Consejo General, velando por el funcionamiento de la entidad y la consecución de sus fines. Realiza la coordinación interna entre departamentos, áreas y agentes y atiende los asuntos de personal de Cáritas Diocesana de Teruel y Albarracín.
El 18 de septiembre de 1963 se constituye Cáritas Diocesana de Teruel y Albarracín, siendo obispo de la diócesis Fray León de Villanuedas Polo. Durante sus primeros años Cáritas se centró en ayudas de primera necesidad a las personas más vulnerables, realizando mesas petitorias e informando -a través del boletín Amaos-, de los casos de familias que precisaban ayudas más específicas. Entre 1966 y 1967 se construyeron 12 viviendas en el barrio de Pomecia gracias a las donaciones de cientos de turolenses. También en este último año Cáritas se estableció en su sede actual, en la calle Hartzenbusch, 9.
En 1980 el paro es la prioridad para Cáritas. En 1984 se organizan las jornadas de Teología de la Caridad, críticas con los cambios económicos de la época.
En 1987 se organiza el primer Congreso Hispano-Latinoamericano de Teología de la Caridad.
A comienzos de los 90 Cáritas Teruel y Albarracín se suma al cambio en el modelo de acción social que experimenta el conjunto de las Cáritas del país. Paulatinamente se abandona el modelo asistencial por el promocional, iniciando los pasos hacia los actuales itinerarios de inserción sociolaboral, y centrando la mirada en nuevas formas de exclusión y pobreza. Entre 1991 y 1992 se inician programas como los de atención primaria, transeúntes, inmigrantes y minorías étnicas y comienza el programa de Animación Comunitaria Rural, la primera respuesta de Cáritas a la despoblación y el paulatino envejecimiento de la población rural que, por aquel entonces, ya comenzaba a detectarse. En 1996 se inaugura el primer piso de acogida para mujeres; y un año más tarde se inicia el proyecto “A todo trapo”, precursor de todas las iniciativas en materia de empleo social que hoy desarrolla Cáritas en materia de reutilización textil. La década concluye con un hito importante, en 1999 se recibe la cesión de una parte del antiguo colegio San Nicolás de Bari, el actual Centro de Inserción Sociolaboral con que Cáritas Teruel y Albarracín cuenta en la capital.
En abril de 2004 sale a la luz el primer número de “Puertas abiertas”, el boletín con el que Cáritas Teruel y Albarracín pretende llegar tanto a sus agentes como al conjunto de la sociedad. Su nacimiento, junto con la apertura de la Casa del Aljibe (2002) o la celebración de la primera edición de la Semana con Corazón (2007) son algunas de las respuestas a la necesidad de visibilizar la situación de los más necesitados y la labor de Cáritas hacia el conjunto de la sociedad. Una de las grandes preocupaciones de Cáritas Teruel y Albarracín en estos años continúa siendo el medio rural. De esta época son estudios como “Presente y futuro del medio rural de Aragón” (2003), el “Plan Estratégico de desarrollo rural de la Comarca del Jiloca” (2005) o inversiones como la rehabilitación de las casas de Terriente (2008), en su momento proyectadas para la realización de iniciativas de desarrollo rural. A los programas iniciados en la década anterior hay que sumar la gestión del servicio municipal de albergue para transeúntes (2002) o la inauguración del Centro de Solidaridad (2000).
La perspectiva del tiempo dirá cómo era la Cáritas de hoy, pero seguramente, esa mirada vendrá muy marcada por la crisis económica iniciada en 2008 y los fuertes desequilibrios sociales generados por ella. El aumento del desempleo y los recortes sociales acercaron a Cáritas a un perfil de personas casi desconocido hasta entonces, la “clase media”, ahora amenazada por la pobreza. Fue necesario cambiar la respuesta, multiplicar las ayudas de primera necesidad a las familias y apostar más intensamente por el acompañamiento, la orientación y la formación para el empleo. Además, se impulsaron novedosas iniciativas en el marco de economía social como la integración del proyecto de reciclaje textil en la red Koopera (2015), la creación de Adarve Inserción (2018), la primera empresa de inserción de la provincia de Teruel y se retomaron proyectos como el programa de Talleres de Empleo y Escuelas Taller (2015) en colaboración con el Gobierno de Aragón. Todo ello sin olvidar a los últimos de entre los últimos, inaugurando nuevos recursos como el Economato Social (XXX) o el centro de día de transeúntes Hogar con Corazón (2016).
Es una confederación de más de 160 miembros, que trabaja en las comunidades de base de casi todos los países del mundo. Somos Cáritas, tanto en pequeños grupos de voluntarios, como en algunas de las mayores organizaciones humanitarias de todo el mundo. Inspirados por la fe católica, Cáritas es la mano de la Iglesia, una mano que ayuda a los pobres, los vulnerables y los excluidos.
Es una confederación de más de 160 miembros, que trabaja en las comunidades de base de casi todos los países del mundo. Somos Cáritas, tanto en pequeños grupos de voluntarios, como en algunas de las mayores organizaciones humanitarias de todo el mundo. Inspirados por la fe católica, Cáritas es la mano de la Iglesia, una mano que ayuda a los pobres, los vulnerables y los excluidos.
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