«He sido feliz, muy feliz en esta tarea en Cáritas»

Hoy se hace público mi nombramiento como Vicario General de la Diócesis de Zamora. El obispo, D. Fernando, ha tenido a bien encargarme esta nueva tarea, pero significa poner fin a esta etapa. Todo tiene un principio y todo tiene un final. Son momentos de alegría, por una parte, por la confianza que supone encomendarme esta tarea, pero también son momentos de tristeza, porque dejar Cáritas y lo que significa no es fácil. Hace 16 años que comenzó mi misión en Cáritas, – parece que fue ayer -, en el año 2009 fueron los inicios, 8 años he estado como delegado y después, a partir del 2016, otros 8 años como delegado y director. Antes también vinculado a Cáritas en la Interparroquial de Toro, con su puesta en marcha, en el programa de voluntariado en la diocesana, en la Escuela de Tiempo Libre AZEMUR, han sido muchos años y mucha vida entregada al servicio de Cáritas.

En primer lugar, quiero dar las gracias a Dios, ha sido un regalo todo este tiempo dedicado al servicio de los más pobres y necesitados. Puedo deciros que he vivido el Evangelio y que he experimentado muchas veces, como dice el propio Evangelio, que los pobres nos evangelizan.

Quiero dar gracias a la Iglesia de Zamora que me ha permitido realizar esta tarea y esta misión y, en particular, quiero dar gracias a quienes han sido los obispos que me han encomendado esta tarea, a D. Gregorio, que en paz descanse, y a D. Fernando que en su momento confió y ahora ha confiado en mí.

Quiero dar gracias también a Cáritas como entidad y mi participación en los órganos de Gobierno de Cáritas Española, el Consejo General, Comisión de Personas y Territorios y la Comisión Permanente. También ser presidente de la Cáritas Autonómica casi 10 años. Son experiencias vividas, personas, tareas y misiones que han hecho posible que Cáritas haya avanzado.

Y por supuesto el trabajo de nuestra Cáritas Diocesana, que me ha servido para conocer, querer y valorar el trabajo y lo que realmente significa esta entidad, que es el servicio de la caridad y de la entrega, que es comunión y motivación y que somos generadores de esperanza. Haciendo balance puedo decir que he sido feliz, muy feliz en esta tarea en Cáritas, han sido años gozosos.

Quiero agradeceros a todos los que formamos y hemos formado Cáritas Diocesana estos años. Al equipo directivo, a todos los responsables de centros y programas, a todos los trabajadores y voluntarios, vuestra entrega y colaboración han sido fundamentales para llevar a cabo esta tarea. También a todas las instituciones públicas y privadas y a los socios y donantes que con su contribución ayudan a mitigar la pobreza.

Quiero agradecer también de forma especial a los que llamamos participantes, pobres, excluidos, necesitados… a todos ellos que Dios ha puesto en mi camino y nos muestran el rostro del Dios de Jesús.

También quiero pedir perdón porque ha habido fallos, perdón por lo que no haya sabido hacer bien o responder a vuestras expectativas.

Ahora tocan tiempos nuevos, os pido en primer lugar por mí, tenerme presente en vuestras oraciones, para que Dios me dé acierto en la nueva tarea que la Iglesia me encomienda.

Os animo a todos a que sigáis con la responsabilidad y la entrega en vuestro trabajo. Siempre he presumido de nuestra Cáritas, de sus personas y de su hacer, continuar con esta tarea, sentir que no solo es un trabajo sino una misión gozosa que Dios os confía, seguir haciendo grande nuestra Cáritas. Mucho ánimo. En mí nueva tarea me tendréis siempre a vuestro lado. No podré olvidar nunca lo que es y lo que ha significado y significa Cáritas en mi vida. Para lo que necesitéis siempre estaré a vuestro servicio. Ayudar y acoger con responsabilidad y con cariño a quienes asuman la responsabilidad de dirigir Cáritas a partir de ahora. Haced que su tarea sea fácil.