Belén, el lugar donde nació Jesús
La ciudad donde empezó la Navidad es una de las más visitadas del mundo gracias al turismo religioso
Belén es la ciudad cuna del cristianismo, la que vio nacer al Mesías. Una ciudad que vive y sobrevive gracias al turismo religioso, entre el 70 y el 80% de los palestinos de Belén se dedica a este sector. Por tanto, la paulatina llegada de peregrinos sustenta la economía local, significativamente afectada durante la pandemia y que poco a poco va recuperando su esplendor. “En Belén trabajamos solo de turismo religioso, hoteles, restaurantes, guías turísticos, cooperativas de artesanía… durante la pandemia Cáritas nos ayudó muchísimo a través de sus pedidos, para levantar un poco nuestra vida”, apunta Daniel Yacoub, jefe de ventas, de algunas cooperativas de artesanía de la ciudad.
Ubicada en los montes de Judea, en Cisjordania, Belén pertenece a Palestina aunque se sitúa a menos de 10 km de Jerusalén. Un gran muro, construido por Israel en 2002, delimita la zona palestina de la israelí, muro famoso por su arte libre en el que contemplar grafitis como los de Bansky, realizados a modo de denuncia por el negativo impacto, de esta separación, sobre la población cristiana.
En los años 50 la población cristiana era mayor que la musulmana, sin embargo a finales de los años 60 la población cristiana y musulmana se igualó debido a la Nakba o éxodo palestino, ahora los cristianos solo representan el 1%, por ello se hace, si cabe aún, más importante la presencia de los turistas, “sin la presencia de los que vienen de fuera, no queda nadie allí. Es importante para nosotros para incentivar la economía, pero también por la presencia de los cristianos. Es un apoyo que cristianos de otras partes del mundo vengan a Belén. No es fácil ser cristiano en Belén. Cien años atrás, un 35% de la población era cristiana, hoy estamos hablando de una comunidad de menos del 1%”, matiza Daniel Yacoub.
Belén es sin duda sinónimo de cristianismo y uno de los lugares del mundo más visitados, especialmente, en Navidad. Ciudad de peregrinación de cristianos ilusionados por conocer el lugar donde nació Jesús, en concreto, la Basílica de la Natividad.
El viaje a Tierra Santa es de “obligado” cumplimiento para el cristiano, Belén, Nazaret o Jerusalén son ciudades que hay que visitar “al menos una vez en la vida, la fe nos llama para ver este sitio, no hay otro lugar igual en el mundo” como apunta Yacoub, que también pone énfasis en que “Belén es un sitio seguro y tranquilo para poder viajar”.
Daniel y Mouna, su esposa, han pasado el fin de semana en Zamora antes de viajar a Madrid y aprovecharon el domingo para ir a la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes y participar de la eucaristía del domingo. Daniel y Mouna quedaron sorprendidos por la edad de las personas que fueron a la Iglesia “casi no hemos encontrado jóvenes, si tú vas a Santa Catalina un domingo habrá unos 1.500 jóvenes de entre 15 y 30 años. La media de edad de la población palestina es de 25-30 años. Esto se debe a que las personas se casan antes y tienen más hijos”. Además y como comenta este matrimonio, algunos jóvenes emigran, sobre todo a Estados Unidos, buscando una vida mejor, pero ellos intentarán que sus hijos no sigan este camino, que se queden en Belén, “hay oportunidades, si buscas encuentras algo. Vivirás económicamente mejor fuera, pero Belén es el mejor lugar para estar, porque no hay otro sitio igual en el mundo”.
En general, Belén se sostiene del turismo y también de las ayudas que llegan desde toda Europa, no obstante, es destacable el apoyo y el turismo religioso que llega de España. Por ejemplo, destaca Yacoub, los viajes que organizan los párrocos de España, las ayudas que llegan para ayudar a mantener los templos, “España siempre está ahí”. La Iglesia, en general, ayuda al mantenimiento del patrimonio en la ciudad y, en particular, tiene otras formas de ayuda a través de la educación con colegios propios, casa de acogida para niños… “Gracias a Dios no sentimos que estamos solos”.
Cáritas como organismo oficial de la Iglesia para la labor caritativa-social se hace presente allí a través de Cáritas Jerusalén. “Belén está separado de Jerusalén por un muro israelí y a veces es difícil, pero Cáritas siempre ha estado. Al principio Cáritas en Belén solo era una oficina, ahora gestiona un hospital de niños que lleva el nombre de Cáritas. A través de Cáritas se dan alojamientos, medicamentos, vacunas… Además Cáritas otorga oportunidades de trabajo a los jóvenes que acaban de estudiar y también tienen un programa de prácticas y cursos con la Universidad de Belén. Cáritas siempre está y existe en el lugar santo“.
Daniel Yacoub y su mujer Mouna participarán, los próximos días, FITUR (la feria internacional de turismo que se celebra en Madrid), con un stand de Palestina junto a otros 18 puestos que mostrarán agencias, hoteles, restaurantes etc. Una gran oportunidad de promoción de su tierra y de contacto con nuestro país, en el que dicen que siempre se han sentido acogidos.