Caminemos Juntos

23/10/2024.- Cáritas Diocesana de Zamora ha presentado, esta mañana en rueda de prensa, la campaña de las personas sin hogar 2024. Bajo el lema: Caminemos Juntos, esta campaña pone el foco en el camino, ese lugar común por el que transitan las personas en la vida, y en la posibilidad de buscar la manera de encontrarse.  El encuentro forma parte de ese camino en el que provocar y ofrecer oportunidades para acercarnos a estas personas, conocer, dejar que sean ellas las que puedan expresar en primera persona quiénes son, qué viven, qué buscan, qué esperan. Conjuntamente y, como dice el lema institucional de la confederación de Cáritas, abrir camino a la esperanza desde el lugar común de la dignidad humana que compartimos y que nos iguala, porque como apuntaba el director de Cáritas Diocesana de Zamora, Ignacio Enríquez, “nuestra dignidad y la suya valen lo mismo”.

Personas participantes en los centros para personas sin hogar de las Cáritas diocesanas de toda España han trabajado en la preparación de esta campaña y siguen involucrados en todo su desarrollo.

“Según datos del observatorio Hatento un 47% de las personas en situación de sin hogar en España han sido víctimas de, al menos, un incidente o delito de odio por aporofobia, término que la RAE ha incluido en su diccionario para definir esta nueva realidad que ha surgido en la sociedad y que se define como fobia a las personas pobres o desfavorecidas. Vivir en la calle, conlleva inseguridad, discriminación, insultos e incluso sufrir violencia física” apuntaba Enríquez, quién también certificaba que “las vulneraciones de los derechos suponen piedras en el camino de hombres y mujeres en situación de sin hogar, así nos lo han contado y no podemos mirar para otro lado. Como sociedad, tenemos que cambiar la mirada y aprender a observar que son personas cargadas de ilusiones, objetivos por cumplir y metas por conseguir”.

CONTEXTO LOCAL

            Por su parte David Marcos, nuevo director del centro, comenzaba su intervención con un agradecimiento expreso a la secretaria general de Cáritas, Beatriz Carracedo, quién hasta hace poco más de un mes era directora de Casa Betania.

En esta campaña, al igual que las anteriores, Cáritas quiere recordar que “el derecho a la vivienda en un derecho recogido en La Constitución. Cuando una persona sufre una situación de sin hogar, a menudo entra en un proceso de desesperanza y desesperación, no llega a perder su dignidad, pero sí la capacidad de defenderla y salir adelante”.

            El director de Casa Betania ha contextualizado la situación actual que se vive en Casa Betania, “en el año 2023, el centro de acogida de Cáritas atendió a más de 400 personas y podemos afirmar que a día de hoy esa cifra ha sido superada”. Casa Betania atiende a diferentes perfiles de personas y con realidades diversas, “atendemos a personas de paso o corta estancia, que necesitan un techo o una manutención antes de continuar con su trayecto, también tenemos a personas de media y larga estancia y personas que acuden al servicio de comedor. Destacar que en este servicio estamos notando un aumento significativo de las personas que acuden a diario debido a que no llegan a final de mes con sus ingresos y esto hace que la situación económica sea precaria. Diariamente el centro atiende en el servicio de comedor a una media de 50-55 personas”.

            Por otro lado, el director apuntó a la coordinación con otras entidades e instituciones públicas y privadas como algo fundamental, “sin coordinación el camino sería muy difícil de recorrer”.

David Marcos, agradeció la labor del voluntariado “sin el voluntariado nuestra labor sería mucho más difícil” y al Zamora CF que se ha sumado a la semana de las personas sin hogar. Jugadores del primer equipo visitarán el centro y harán voluntariado por un día en el comedor social y el domingo, 27 de octubre a las 19:30horas, saltarán al campo con la camiseta de la campaña: Nadie Sin Hogar.

El jueves, 24 de octubre, tendrá lugar la lectura del manifiesto y el acto de calle en la Plaza de la Subdelegación del Gobierno.

TESTIMONIOS

Katia tiene 27 años, es cubana y lleva 3 meses en el centro de acogida. Vino a España “buscando un futuro más prometedor”. Sus raíces, su abuelo materno era de Pontevedra, la llevaron a elegir España como destino despidiéndose de sus amigos, familia e hijas “fue una tarea titánica, marcada por el dolor, la desesperación y la incertidumbre del futuro”. Tras su llegada a Madrid, junto a su marido, estuvo en una pensión, pero los ingresos que traían eran escasos y después de pasar tres días en la calle decidieron viajar a Zamora. “En Zamora buscamos ayuda en Cáritas, donde nos acogieron en Casa Betania. Hoy quiero expresar mi más profundo agradecimiento a este centro a sus trabajadores, voluntarios y directores, que me han recibido con mucho amor, cariño y respeto, algo que jamás imaginé encontrar. Su apoyo me ha dado la fuerza que necesitaba en esos momentos de debilidad. Gracias por esta ayuda puedo vivir con condiciones de vida dignas”. Cáritas ha ayudado a Katia en la tramitación de su documentación y está realizando con la entidad el curso de: Manicura y Cuidados Faciales, “estoy realizando un curso con la esperanza de poder trabajar y reunir a mi familia en este nuevo hogar. Espero que mi experiencia pueda inspirar a otros a nunca perder la esperanza y buscar siempre un camino hacia una vida mejor”.

Gustavo es zamorano tiene 53 años y como él ha explicado ha recibido, por parte de Cáritas Diocesana de Zamora, una atención integral. “Hace un par de años, debido a una adicción, tuve que recurrir al CAD (Centro de Atención al Drogodependiente de Cáritas Diocesana de Zamora) y por mediación de este centro me derivaron al C.R.R.A (Centro Regional de Rehabilitación de Alcohólicos de Cáritas Diocesana de Zamora). El C.R.R.A es un centro terapéutico en el que estuve 9 meses”. Después de su estancia en el centro de rehabilitación, Gustavo salió e intentó insertarse en la sociedad, dejando al margen a su familia, ya que considero que “ya la había hecho sufrir bastante”. Gustavo llega a Casa Betania porque “volver a la calle no era nada bueno para mi rehabilitación”. “En Casa Betania, me ayudaron con el alojamiento y la búsqueda de trabajo por mediación del programa de empleo de Cáritas. Mi historia con Cáritas ha sido integral. He recurrido a todos sus servicios y sí que digo que la gente que es muy reacia a pedir ayuda de Cáritas, tiene que saber que se puede salir con la ayuda de Cáritas. Te orientan, te informan, te ayudan… “. La vida de Gustavo ha cambiado, significativamente, ahora tiene una vida normalizada con un trabajo estable y una vivienda compartida, “a día de hoy yo sigo en pleno contacto con ellos. Ellos cuentan conmigo para lo que quieran y yo cuento con ellos para lo que me haga falta. Cáritas es una gran ayuda para las personas sin hogar. Con la ayuda de Cáritas es caminar juntos”.