Noticia25/10/2023

Comparte TU RED

Cáritas Diocesana de Zamora celebra, esta semana, la campaña de personas sin hogar con el fin de sensibilizar a la sociedad e interpelar a las administraciones públicas sobre la vulneración de derechos que sufre este colectivo

Cáritas es testigo, de forma alarmante, de cómo sigue aumentando la vulnerabilidad de muchas personas y familias que no pueden acceder a una vivienda digna y adecuada. Por ello, “Comparte TU RED” pretende sensibilizar a la sociedad e interpelar a las administraciones públicas sobre la realidad que están viviendo estas personas. 

Las personas en situación de sin hogar sufren aislamiento social y escasa posibilidad de salir de los círculos de pobreza y exclusión social en los que se encuentran inmersos. “En este tiempo la desesperanza y la falta de oportunidades parecen normalizarse en el ámbito relacional, laboral, económico y político”, comentaba Tamara Casado, miembro del equipo directivo de Cáritas Diocesana de Zamora, corroborando esta afirmación con algún dato del último informe FOESSA “El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo”. “1 de cada 3 personas en España no tiene ingresos suficientes para vivir dignamente. De estos, un 46% recortan en alimentación, un 63% en suministros y un 56% en internet y teléfono”.

    

CONTEXTO LOCAL

“Las personas que viven en situación de sin hogar sobreviven desvinculadas de la sociedad. Vivir conectados nos salva. Somo seres interdependientes, necesitamos recibir y también dar y eso es lo que intentamos desde Caritas con nuestro ser y estar” con estas palabras comenzaba su intervención Beatriz Carracedo, directora del centro de acogida Casa Betania de Cáritas Diocesana de Zamora. Beatriz explicaba la importancia de esta campaña bajo el lema: Comparte TU RED. No dejes que se queden fuera de cobertura. “La campaña nos invita a la acción, a superar las dificultades y el desánimo compartiendo objetivos y acciones concretas. Necesitamos cambiar la mirada, el gesto y el compromiso de esta realidad que cada vez viven más personas”.

La sociedad a menudo relaciona la exclusión residencial con un fenómeno íntimamente vinculado a la calle. Sin embargo, esta situación es más compleja y abarca a más personas y familias que ven vulnerado su derecho humano a una vivienda digna y adecuado. A día de hoy se sigue creyendo que las personas sin hogar son las que viven en la calle, que tienen algún tipo de patología o sufren adicciones. Pero la realidad es mucho más amplia. Son personas que se encuentran sin alojamiento, sin techo, sin vivienda o que tienen viviendas inseguras o inadecuadas. A pesar que el derecho a una vivienda digna está reconocido en nuestra constitución”, explicaba Beatriz. En Casa Betania, el centro de personas sin hogar de Cáritas Diocesana de Zamora, se atendió el pasado año a 400 personas y a la espera de cerrar los datos del 2023, Carracedo comentaba que “ya se ha superado esta cifra con creces” algo que también se ha notado en el comedor social donde a principios de año acudían, diariamente, entre 30 y 35 personas y ahora lo hacen 40 o 45. Actualmente, el centro, que cuenta con 29 plazas está completo “hemos tenido que decir a gente que no, porque no había plaza y no existe ningún otro recurso, en Zamora, a donde derivar a estas personas, viéndose abocadas a la calle”, informaba la directora de Casa Betania.

TESTIMONIOS

Para hacer visible las realidades que se encuentran día a día en Casa Betania, se contó con el testimonio de dos personas con dos perfiles diferente. Omar de 21 años, residente en el centro de acogida y Adolfo de 54 años, usuario habitual del servicio de comedor.

Adolfo lleva haciendo uso del servicio de comedor social de Cáritas Diocesana de Zamora desde febrero, “he tenido que pedir ayuda a Cáritas porque estoy en el paro y tengo unos ingresos de 480 euros que no me dan para el alquiler, la luz, el agua etc. Gracias a Cáritas sobrevivo día a día, tengo una comida y una cena caliente y me están pagando las medicinas”.

Con experiencia en varios sectores como el cárnico, la construcción o la hostelería, Adolfo tiene, en la actualidad, 25 años cotizados y ha llegado a estar en otros países por trabajo como Inglaterra o Brasil. “Gracias a Cáritas puedo sobrevivir”.

     

Un colectivo especialmente vulnerable son los niños/as y adolescentes que Cáritas acompaña, uno de ellos es Omar. Él llegó en patera, bajo pago de 2.000 euros por una plaza en “la vida o la muerte”.  Tras pasar por un centro de menores (protocolo para los denominados MENAS, menores extranjeros no acompañados) recaló en Cáritas Diocesana de Albacete donde se le prestó ayuda e incluso estuvo trabajando durante un año. Después, viaja a otras ciudades como Madrid y Barcelona, pero llegó la pandemia y Omar enfermó, empieza a tener problemas de visión por una enfermedad degenerativa irreversible y se vio abocado a la calle. Finalmente, recae en Zamora por una oferta de trabajo. Las personas que lo contratan se dan cuenta de qué tiene un problema de salud, lo llevan la médico y después lo derivan a Cáritas. Como él mismo apunta “Cáritas Diocesana de Zamora fue mi salvación, me compran medicamentos, me dan alojamiento y comida y me llevan a los médicos a Zamora, Salamanca y Valladolid”. Lleva desde abril en Casa Betania, donde han conseguido tramitar la solicitud de discapacidad que ha sido aceptada. Omar ha trabajado en la vendimia y ha enviado el dinero que ha ganado a su madre enferma y a sus 4 hermanos. “Hay muchos prejuicios cuando decimos que estamos en Cáritas, pero la sociedad no sabe que estamos aquí para que nos ayuden a mejorar. Doy muchas gracias a Cáritas. Vivimos y nos sentimos como una familia y Cáritas te trata como si fueses de su propia familia”.

Cáritas quiso agradecer, en este espacio, la colaboración de multicines Zamora, que permite a los residentes a asistir un día a la semana gratis al cine y al Zamora Club de Fútbol, que está celebrando la semana de las personas sin hogar. Jugadores del primer equipo visitarán el centro y harán voluntariado por un día en el comedor social y el sábado, 28 de octubre a las 19:30horas, saltarán al campo con la camiseta de la campaña: Nadie Sin Hogar.
Mañana, jueves 26 de octubre, tendrá lugar la lectura del manifiesto y el acto de calle en la Plaza de la Subdelegación del Gobierno, si el tiempo no lo permite y llueve, se realizará dentro de la Iglesia de Santiago del Burgo.