El montañero Martín Ramos cierra las Jornadas de Prensa y Deporte

La comunidad terapéutica Proyecto Hombre, de Cáritas Diocesana de Zamora, vivió ayer la última sesión de las Jornadas de Prensa y Deporte que se han desarrollado desde el pasado mes de abril. Por sus instalaciones han pasado personalidades reconocidas del deporte zamorano y también periodistas deportivos; algunos de ellos llevando sus programas de radio a la comunidad terapéutica como una forma de acercar los entresijos de este medio a los residentes.

Para poner el broche final a este espacio, el montañero Martín Ramos compartió la tarde de ayer con los/as participantes de Proyecto Hombre. La pasión del escalador zamorano viene desde su infancia y así lo mostró con su carnet que le acredita como miembro de la Asociación Montañera Zamorana desde 1976. Después, contó las aventuras de sus 14 expediciones al Himalaya donde ha hecho 10 cumbres en las montañas de los 8.000.  

Martín Ramos afirma “me tocó la lotería el día que me llamaron para ir al Everest”, el zamorano recuerda con todo detalle lo vivido en esa expedición, “el Everest es la cumbre más espectacular de las 10 que he subido. En el techo del mundo estuvimos 30 minutos”.

El escalador compartió con las presentes fotografías de todas las grandes montañas que ha ascendido e hizo un recorrido por los años posteriores a su llegada al Everest.  También habló de los riesgos y las medidas de seguridad que hay que tener presentes antes de una escalada de este calibre. Los chicos y las chicas de Proyecto Hombre lanzaron sus preguntas, interesándose por aspectos como la comida o el agua que llevan para la expedición, “generalmente comemos poco durante el ascenso, llevamos latas de atún o de paté, aceitunas o embutido envasado al vacío. Para el tema del agua deshelamos la nieve, pero siempre la mezclamos con algo que puede ser té o cola cao. Es importante calcular bien los cartuchos de gas para deshelar la nieve sino estás perdido”.

Martín Ramos también recordó a compañeros suyos que perecieron en la montaña y recordó que “la cumbre es la mitad del camino, tienes que guardar fuerzas para volver al último campamento de altura, en otros deportes como la maratón tienes presente la meta y sabes que llegas y ya está y además te esperan los sanitarios para atenderte, pero en la montaña no. A veces, llegar a la cumbre te obsesiona tanto que sigues y sigues, pero luego no tienes la suficiente fortalece para volver a bajar, el cuerpo no te responde, te paras y ya no puedes seguir más”.

El montañero zamorano conversó con los presentes de muchas cosas, contó anécdotas, habló de la gente de los lugares a los que ha ido, de los glaciares, de los caminos transitados para llegar a los campamentos base y de mucho más. Una gran experiencia para los/as participantes de Proyecto Hombre, un ejemplo de lucha y superación, de sacrificio, pero también de motivación, de vivir cada segundo, de cumplir sueños y de ser feliz.